Gimnasia viene atravesando un 2025 bastante irregular. Los números generales y las salidas previas de Marcelo Méndez y de Diego Flores así lo evidencian. Pese a que el equipo ha crecido desde la llegada de Alejandro Orfila, el plantel todavía pena cuestiones a corregir, dentro de las cuales se desprende un dato que llama poderosamente la atención.
De los 23 goles que le hicieron entre Torneo Apertura, Torneo Clausura y Copa Argentina, 16 fueron en el segundo tiempo. Los restentes siete, por lo tanto, en la etapa inicial. Además, si se profundiza en lo dicho, se destaca también el hecho de que nueve de esos 16 tantos se los convirtieron del minuto 75 de juego en adelante. Es decir, el Tripero sufre los cierres.
Si bien es cierto que no fue específicamente lo que le sucedió ante el Granate (los goles de la visita fueron antes del minuto 75), no es menos cierto que ambos llegaron en los segundos 45, prácticamente una constante y uno de los varios puntos a corregir por el cuerpo técnico que comanda el ex Barracas Central.
En ese sentido, tanto Orfila como sus colaboradores y también los protagonistas dentro de la cancha saben bien que no pueden relajarse hasta el pitazo final. Las caídas acumuladas y los goles recibidos en el lapso de tiempo mencionado sumergieron a Gimnasia en el presente en el que se encuentra y del cual busca salir. Para eso trabaja día a día en Estancia Chica.