El Clásico, en su historia, está lleno de héroes inesperados, de protagonistas que dejaron su sello cuando nadie los esperaba. Y Luciano Giménez vino a dejar su nombre en esta historia, a favor de Estudiantes. El tercer nueve del equipo, el más relegado de todos, el que juega poco y nada, terminó siendo la carta del Pincha que salvó el clásico.
Con su gol, al minuto 93, cuando el partidos ya se iba, sin dudas empezará a cambiar de alguna forma su consideración en Estudiantes. Porque hasta ahora, había convertido un solo gol en el Pincha y con el que le hizo a Gimnasia sumará uno de esos que no se van a olvidar fácilmente. Por lo dicho: porque salvó al Pincha de un golpe durísimo.
Los dos goles de Giménez, igual, podrán marcarse como claves. Porque el anterior, el primero en el club, había sido para descontar ante Central Córdoba, un 1-2 que le dio pie a la remontada del Pincha en ese partido, que finalmente terminó ganando 3 a 2.
Ahora, fue directamente el encargado de igualar el partido con un gol que recibió la asistencia de Carrillo, cuando Estudiantes parecía que no tenía manera de vencer al Mono Insfrán. Así como alguna vez fue Sánchez Prette en el 2009, cuando también marcó el 1 a 1 en su caso a los 51 minutos y luego desapareció, Luciano Giménez quedará marcado por ser el héroe inesperado del Clásico N° 189.