Héctor Domínguez fue quien estuvo a cargo del club desde el año 1998 hasta junio del 2004 cuando dejó el sillón presidencial, hizo un análisis de cómo está el club y lo que se viene.
Pensando en un posible regreso, avisó: “Ya no tengo la paciencia que tenía antes, la vocación y las ganas de enseñar sí. Ya vi de nuevo tres o cuatro candidatos que no se sientan el uno con el otro. Discutí hasta el último punto siempre de un balance y así tiene que ser. Tampoco sirve militar desde las redes sociales, eso no es miliar, es otra cosa”.
Por otra parte, dejó su mirada sobre el socio del Lobo, quien para él “a veces esta desinformado, los pibes más jóvenes tienen la puteada fácil”. A su vez admitió: “La mitad de la gente me quiere y la otra me odia. Cuando tome medidas en su momento hubo gente a la que no le gustaron y es normal”.
Pensado en lo acontecido en los últimos años del club, opinó que “el socio de Gimnasia puso plata a morir, fue admirable y no se le ha retribuido como corresponde. Es más fácil que en otras épocas bien administrado. Las últimas contrataciones fueron demasiadas caras para Gimnasia”.
Por último, se refirió a su gestión: “De seis años tuve cinco muy buenos. Como yo no vivía del club me fui como un caballero. Yo podría haber hecho lo que quisiera, era el tesorero de la AFA. Yo no me escondía, fui hasta el último partido”.