Alexis Castro tuvo su primer gran momento en Estudiantes. Uno de los refuerzos del Pincha que comienza a asentarse en el equipo y marcó un gol que puede ser clave para su futuro en el equipo que conduce Eduardo Domínguez. Sus idas y vueltas con San Lorenzo, su experiencia en el exterior, su antecedente con el Barba y un festejo con dedicatoria lo hicieron transformarse en una de las atracciones del fin de semana…
Castro brilló en el baby de Estrella de Maldonado, con apenas diez años, y luego fue convocado por San Lorenzo para entrenar en las Inferiores del club. Con el tiempo quedó libre y se sumó a Tigre, donde finalmente debutó en Primera y logró despertar el interés del mundo del fútbol.
El Ciclón lo fue a buscar de nuevo y volvió, pero nunca logró asentarse y recuperar el nivel que mostró en el Matador de Victoria. Así fue como salió a préstamo en tres oportunidades: Defensa y Justicia, Tijuana de México y Colón de Santa Fe, donde se encontró por primera vez con Eduardo Domínguez y salió campeón de la Copa de la Liga 2021, siendo uno de los grandes valores de ese equipo.
En la final ante Racing, disputada en el Estadio Bicentenario de San Juan, convirtió el tercer gol del Sabalero y fue una de las máximas figuras del equipo. Finalmente, luego de su pico más alto, fue nuevamente adquirido por Tigre y dos años más tarde llegó libre a Nacional. En Uruguay tuvo un excelente paso con ocho goles y seis asistencias en 41 partidos disputados que le valieron el interés de un viejo conocido, el Barba.
Ahora en Estudiantes, en su quinto partido jugado y su segundo como titular, dio muestras de continuar en un gran nivel. Hizo un buen partido en el Monumental y convirtió su primer gol. Sin lugar a dudas, un refuerzo importante y valioso para la temporada 2025 de Estudiantes.
Un gol, un festejo y una dedicatoria
La vida de Alexis Castro estuvo marcada por la redonda desde antes de nacer. Su padre es Fernando Castro, un ex futbolista que vistió las camisetas de Gimnasia, Instituto, Racing, River, Banfield entre otros. Su tío, Pepe Castro, también fue jugador y se convirtió en referente de Atlanta.

Su papá es el dueño del apodo Pucho, por lo que su gol ante el Millonario fue una dedicatoria especial. “De muy chico. Fue por una película que se llamaba ‘Puchito campeón’ y decían que yo me parecía al protagonista. Y en el club del barrio me pusieron así”, contó Fernando en un entrevista. Y sí, cine y puchito…


