El nombre de cada club siempre esconde una historia o un motivo importante. Hay algunas anecdóticas, otras que surgieron simplemente por una cuestión geográfica, incluso a animales.
También hay muchos equipos que fueron bautizados en honor a personas. Pero hay uno que surgió en homenaje a un jugador de primera división, que incluso en ese momento de su vida todavía estaba activo.
Se trata de Jaime Sarlanga, apodado Piraña, uno de los máximos goleadores de la historia de Boca Juniors, que también se desempeñó en Tigre, Ferro Carril Oeste y Gimnasia Esgrima de La Plata.
La historia de Atlético Piraña, el club que obtuvo su nombre por Jaime Sarlanga
El Club Atlético Piraña tuvo su origen el 12 de septiembre de 1942 en el barrio de Parque Patricios, en Buenos Aires. Alcides Solé, su primer presidente, mantenía una amistad cercana con Jaime Sarlanga, reconocido goleador de la zona. Sarlanga, apodado “Piraña” por su destreza en el área, inspiró el nombre del club debido a su asociación con los goles.
En 1961, el Club Piraña se afilió a la AFA, uniéndose a equipos como Arsenal de Sarandí y Villa Dálmine.
Su rivalidad más destacada es con Victoriano Arenas, ubicado en Valentín Alsina, Lanús, en el sur del conurbano bonaerense.
El debut oficial del Club Atlético Piraña fue contra otro equipo modesto de Sarandí: Arsenal, el equipo vinculado a los Grondona. El partido terminó en empate 1-1. En el campeonato de 1965, el club destacó al terminar primero en el Grupo A y luego tercero en la Fase Final. Se jugó un triangular para determinar al campeón y único ascendido; Piraña venció a Centro Español por 4 a 2, pero luego cayó 3 a 2 ante General Mitre, quien se consagró campeón.
En 1978, Piraña dio la sorpresa al clasificar para la ronda final por el título en la Primera D. Sin embargo, durante el torneo, Sacachispas presentó una protesta por la edad de los jugadores, lo que llevó a sanciones por parte de la AFA. A pesar de las adversidades, Piraña igualó en puntos con Urquiza y disputó una final por el ascenso, ganándole 4 a 1 a Justo José de Urquiza en un emocionante partido. Aunque ya no contaba con su jugador más destacado, Héctor “Chirola” Yazalde, Piraña celebró este logro, que incluyó la mayor goleada de su historia al vencer a Puerto Nuevo por siete goles a cero en ese mismo campeonato.
En 1979, el Club Atlético Piraña compitió en la categoría C, donde, a pesar de obtener solo 2 victorias en 38 partidos, se enfrentó a equipos de renombre como Lanús, que en la actualidad juega en la primera división. Lanús venció a Piraña por 6 a 1 en el estadio de Huracán, donde Piraña hizo de local. El Dr. Néstor Bova detalla la campaña del equipo granate en su libro “96 años de fútbol granate”, resaltando la importancia de Lanús como rival durante el breve paso de Piraña por el fútbol de la AFA. Los únicos dos partidos que Piraña ganó en la Primera C fueron por el mismo marcador, 2 a 0: uno contra Defensores de Cambaceres (jugado en el estadio de Huracán) y el otro contra Excursionistas como visitante.
La aparente alegría de Piraña en 1979 se vio ensombrecida al descender nuevamente a la categoría D en 1980. El 30 de agosto de ese año, Piraña fue desafiliado por un año de la AFA, a pesar de ganar su último partido contra Cañuelas por 1 a 0. Debido a las dificultades económicas y el riesgo para la continuidad del club, los directivos optaron por desvincularse de la AFA y abandonar la participación en sus torneos. Con la suspensión de la afiliación vigente, el club cerró sus puertas durante más de tres décadas, y su estadio fue abandonado y eventualmente allanado por la policía.
¿Quién fue Jaime Sarlanga y por qué le decían “Piraña”?
Jaime Sarlanga, una figura icónica del fútbol argentino, nació el 24 de febrero de 1916 en Tigre, provincia de Buenos Aires, en una era en la que el fútbol argentino aún era amateur y los equipos que hoy son reconocidos apenas estaban en formación.
Desde su juventud, Piraña mostró un talento destacado en el fútbol, un deporte que comenzaba a ganar popularidad en los barrios argentinos. En cuanto a su vida personal, siempre mantuvo un perfil bajo; pero se sabe que se casó y tiene un nieto, el empresario Juan Pablo Sarlanga.
Su debut oficial ocurrió a los 18 años en el Sportivo Delta de Tigre, donde demostró destellos de su genialidad en el campo, captando la atención de colegas, periodistas y aficionados. Su talento natural y su dedicación lo llevaron a convertirse en una leyenda del deporte argentino.
A lo largo de su carrera, Sarlanga brilló como delantero central, siendo conocido como el “9 de área”. De ahí surgió su apodo, dado que siempre estaba preparado para atacar el arco rival cada vez que tenía oportunidad.
Jaime Sarlanga acumuló un total de 8 títulos, incluyendo los Campeonatos de 1940, 1943 y 1944, así como la Copa Carlos Ibarguren en 1940 y 1944, además de la Copa Competencia Británica y las Copas Confraternidad en 1945 y 1946.
Comenzó su carrera en el Defensor, luego pasó por las divisiones juveniles del Sportivo Delta de Tigre, debutando en Primera División en 1934. Más tarde, tuvo una breve etapa en Ferro, donde formó parte de una línea delantera destacada junto a Bernardo Gandulla y Raúl Emeal.
No obstante, fue en el Club Atlético Boca Juniors donde Sarlanga dejó una huella imborrable. Junto a Gandulla, quien había jugado en Vasco Da Gama en 1939, Sarlanga se consagró campeón del Torneo de Primera División de Argentina en su primer campeonato con el Xeneize.
Hoy en día, Jaime Sarlanga es recordado por periodistas y aficionados, quienes mantienen vivo su legado y su nombre, reconociendo su contribución al fútbol argentino y su lugar como una de las figuras más emblemáticas de su época.