Bautista Merlini es uno de esos jugadores que estando afuera es reclamado por el público. No porque sea la reencarnación de Messi ni mucho menos, pero desde sus pies se vieron parte de los mejores momentos de juego asociado del equipo, que por cierto fueron muy pocos en lo que va del torneo.
Merlini llegó, justamente, para eso, para darle juego a un equipo que, si antes de tener a Hurtado y a Castillo, tiraba pelotazos, con los dos tanques arriba abusa de ese juego un poco más que antes. La movilidad de Piedrahita y las ráfagas de Castro no llegan a darle al equipo el volumen necesario para gravitar, por eso resulta extraño que las oportunidades vayan pasando y a Merlini le toque poco y nada.
Merlini, la opción de juego en el medio del campo
El volante, que se perdió algunos partidos por lesión entró frente River y mostró algunas cosas interesantes. Desde sus pies el equipo ganó volumen de juego y hasta se mostró como el guía de un equipo que necesita variantes para generar más situaciones que un desborde de Pintado o un pelotazo a Castillo.
“La verdad es que vengo sintiéndome muy bien, pero lo personal debe quedar de lado para priorizar el momento del equipo. Debemos ser fuertes de la cabeza para salir de este momento y entender los reclamos de la gente. Tenemos que estar fuerte de la cabeza y soportar la presión”, dijo el volante en la zona de vestuarios tras el partido ante River, dejando en claro que no solo entiende del juego sino que analiza, y mucho, el contexto por el que pasa el equipo.