Un video de TikTok subido por una usuaria llamada Luana Zanek abrió el debate sobre cómo deberían pronunciarse correctamente en inglés los nombres de los equipos de la Premier League. En su publicación enseñó, con una impecable pronunciación británica, cómo se dirían equipos como Arsenal (“Asnal”, sin la “r”), Tottenham Hotspur (“Totnám Hótspuh”) o Fulham (“Fúlam”, destacando que la “h” es muda). Su intención fue didáctica, pero no pasó desapercibida para Juan Manuel “Bambino” Pons, el icónico relator que se hizo famoso por sus originales narraciones, canciones y estilo inconfundible en las transmisiones de la liga inglesa.
El video de Tiktok al que aludió el Bambino Pons para su reflexión sobre la pronunciación en inglés
En la previa del partido entre Arsenal y Everton, Pons, junto a su compañero Francisco Cánepa, se tomó unos minutos para referirse al video de la joven y aportar su punto de vista sobre el tema.
Con humor, pero también con argumentos sólidos, explicó que, aunque sería ideal usar la pronunciación correcta, hacerlo durante un relato sería impráctico. “Si digo Totnám Hótspuh, me pierdo medio gol. Imaginate relatar un ataque rápido y andar cuidando la dicción”, comentó entre risas.
El descargo del Bambino Pons sobre la pronunciación en inglés de los equipos de la Premier League
El Bambino, quien transformó (para bien o para mal) sus relatos en espectáculos con goles cantados y apodos únicos, defendió su estilo: una pronunciación hispanizada que prioriza claridad y fluidez por sobre el purismo:
“Yo entiendo que queda lindo decirlo como en Inglaterra, pero en Argentina relatamos para argentinos. La gente sabe de quién hablo, y lo importante es no perderme la emoción del partido”, agregó.
¿Pronunciar “bien” inglés o ser entendible?
Este contrapunto no solo pone en discusión la labor del relato deportivo, sino que también refleja una tendencia cultural en América Latina.
En los últimos años, es cada vez más común encontrar hispanoparlantes que intentan imitar la pronunciación angloparlante de nombres propios, marcas o equipos de fútbol.
Desde quienes dicen “Champ” (No Tramp) en lugar de “Trump” hasta quienes sostienen que Chelsea debería sonar como “Chélsi”, muchos argumentan que hacerlo demuestra conocimiento del idioma inglés.
Sin embargo, para otros, este afán de precisión suena pretencioso, impráctico, anti natural e innecesario, especialmente en contextos informales o, como en este caso, narraciones deportivas.
El caso del fútbol es particular. Relatar un partido en vivo requiere velocidad, dinamismo y la capacidad de reaccionar al instante.
Intentar pronunciar los nombres con exactitud fonética puede, como señaló el Bambino, distraer al relator y confundir al oyente.
En ese sentido, el estilo del Bambino Pons es la antítesis del purismo: alegre, creativo y centrado en transmitir la emoción del juego más que en respetar las reglas del inglés.
Equilibrio entre fidelidad y practicidad
El debate, entonces, plantea una pregunta interesante: ¿debería un hispanoparlante esforzarse por pronunciar los nombres en inglés tal como lo haría un nativo, o es más auténtico adaptar la pronunciación a su lengua materna?
Algunos insisten en que respetar la fonética original es una muestra de respeto cultural, otros, en cambio, creen que esto puede ser artificial o incluso presuntuoso.
Por ahora, la última palabra parece estar en los micrófonos del Bambino Pons. Con su estilo polémico pero único, demuestra cada semana que la naturalidad y la conexión con el público valen más que cualquier clase de fonética.
El reciente premio Puskas al gol de Garnacho para el Manchester United, volvió mas popular que nunca el relato de Pons a nivel mundial, que ya había sido posteado por la cuenta oficial de la Premier cuando se dio.
¿Asnal o Arsenal? Para él, la respuesta es clara: lo importante no es cómo suena, sino cómo se vive el fútbol.