“En televisión está todo inventado“, dicen algunos. Otros, en cambio abogan por la originalidad ante nuevos lanzamientos de cualquier producto, incluso televisivo. En la noche del domingo, ESPN lanzó un nuevo ciclo deportivo al mercado de la televisión por cable. Se llama “Fútbol 1“, o “F1“, para seguir con un estilo que la emisora de Disney quiere imponer, aunque esa abreviación en particular parece remitir confusamente más al automovilismo. La crítica en redes sociales, a pocas horas del lanzamiento pivoteó sobre dos ejes: El primero, la buena calidad del envío a nivel técnico. Y el segundo la flagrante copia que les resultó del histórico y exitoso programa de TyC “Paso a Paso” del cual arribó sin escalas uno de sus protagonistas a ESPN.
Lo conducen Matías Martín y Martín Souto, dos pases ‘rutilantes’, provenientes de TNT Sports y TyC Sports respectivamente.
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El formato, las locuciones, la pasión de los hinchas y el estilo mostrado a través de la impronta de sus conductores, remitieron exactamente al ciclo que aún continúa al aire por la pantalla que compite ahora con ESPN.
¿QUÉ FUE PRIMERO, EL HUEVO O LA GALLINA?
Entonces la pregunta es: ¿”F1″ es una copia burda y descarada de “Paso a Paso”?, o como sucedió con la golosina de Georgalos, cuando vendió el producto llamado Mantecol a una multinacional y creó Nucrem, constituye en realidad una justa recreación del verdadero autor del formato, llevando a cabo su idea original en una nueva empresa.
Porque así como en la comparación de la golosina con sabor a maní, cuya receta primigenia ahora tiene Nucrem, Martín Souto puede alegar ser el creador original de la idea de “Paso a Paso”, y hasta de haber presentado hace muchos años ese proyecto con Matías Martín como su co conductor, algo para lo que en aquel momento se encontró con la negativa de quien ahora sí se sumó a este “F1”, y por lo tanto quitarse el mote de copión que parecen atribuirle por estas horas en Twitter básicamente.
Otros lo tratan de traidor por haber dejado a su histórico compañero de TyC Sports, Ariel Rodríguez, para ‘abrirle un boliche igual’ en la vereda de enfrente, es decir prácticamente en el mismo horario y para disputarle el mismo público.
Pero un primer programa no deja de ser la inauguración de algo que tendrá que asentarse para ver cual es el derrotero que le espera.
También puede provocar una reacción trepidante en “Paso a Paso” que lo obligue a incorporar nuevas ideas o segmentos para diferenciarse, y eso provoque en consecuencia, una evolución que beneficie al espectador con una buena competencia.
La historia recién comienza.
En televisión prácticamente no existen juicios por “plagio“, por lo tanto el devenir de ambos ciclos de TyC y ESPN, será lo que quizás consolidará a uno en detrimento del otro, aunque las redes no sean tan pacientes y contemplativas.
