Juan José Mussi intendente de Berazategui, había nacido el 9 de enero de 1941. Era médico clínico, seis veces intendente (asumió su sexto mandato en 2023); ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires; viceministro del Interior; secretario de Ambiente de la Nación; diputado provincial; y presidente del Concejo Deliberante de su ciudad.
Con su fallecimiento, la política bonaerense pierde este lunes a una de sus figuras más longevas y reconocibles. Histórico irigente peronista del Conurbano, actual y varias veces titular del ejecutivo de Berazategui.
La primera en hacerlo público fue Cristina Fernández de Kirchner, quien escribió en X: “Me acaban de comunicar el fallecimiento del Dr. Juan José Mussi. Gran e histórico Intendente de la localidad bonaerense de Berazategui. Peronista de toda la vida”. También envió un mensaje de acompañamiento a su hijo Patricio, otro nombre fuerte del distrito.
Mussi, de 84 años, era sinónimo de su distrito. Construyó allí una carrera política que arrancó en los años ‘80 y que lo llevó a convertirse en una figura central del conurbano sur.
Su estilo, marcado por el trato directo y una gestión muy territorial, lo convirtió en uno de los intendentes más duraderos del justicialismo. Para muchos vecinos, su apellido fue parte del paisaje cotidiano de la ciudad durante décadas.
Antes de la política, su vida había pasado por los pasillos del Hospital San Martín de La Plata, donde se formó y ejerció como médico clínico. Esa identidad profesional lo acompañó siempre: era común que en entrevistas recordara su época de guardias interminables, o que hiciera referencia a los problemas sanitarios con la mirada de quien conocía el sistema por dentro.
En la Provincia ocupó cargos de peso (entre ellos, el Ministerio de Salud bonaerense) y más tarde dio el salto al gobierno nacional, donde se desempeñó como Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable durante la presidencia de Cristina Fernández.

Desde allí impulsó programas federales y tomó parte en debates ambientales que, en aquel momento, recién empezaban a instalarse con fuerza en la agenda pública.
Su figura también generó controversias y resistencias, como suele ocurrir con quienes acumulan tanto poder territorial durante tanto tiempo. Pero incluso sus críticos reconocen su capacidad para leer el pulso de la política local y mantener cohesionado un distrito complejo del sur del conurbano.
La noticia de su muerte deja un vacío evidente en Berazategui, una ciudad que quedará por siempre marcada por su impronta. También cierra un ciclo local del peronismo bonaerense dominado por “barones” que construyeron su fuerza desde los municipios y que, durante décadas, fueron engranajes claves del mapa político provincial.
Quedan su legado, su estilo y una historia que atraviesa buena parte de la democracia argentina. Juan José Mussi fue, ante todo, un dirigente de territorio. Y su nombre, inevitablemente, queda ligado a la historia de Berazategui.

