El economista Matías Battista analizó la coyuntura económica argentina y lanzó una dura advertencia sobre la sustentabilidad del actual programa económico. Según explicó, el principal problema del Gobierno es que “el esquema económico es muy endeble: funciona sin acumular reservas y con endeudamiento permanente”.
En declaraciones periodísticas formuladas a FM CIELO, el analista de Mercados explicó que la fragilidad del programa responde a una dinámica que se sostiene sólo mientras haya financiamiento externo: “Necesitás recuperar la chequera internacional para volver a emitir cheques y que funcione el esquema. Por eso el FMI pone el grito en el cielo”, afirmó, en referencia a las tensiones con el organismo por la falta de avances en acumulación de divisas y consistencia macro.
En ese sentido, el economista explicó también que el actual nivel del tipo de cambio genera un incentivo a la demanda de dólares que presiona sobre las reservas. “A este tipo de cambio, un tipo de cambio más bajo, hay mucha demanda: de ahorristas, que vienen a comprar dólares; de importadores, porque les sale muy barato importar antes que producir; y de gente que quiere irse de turismo porque siente que es más barato viajar al exterior”, sintetizó.
Desde su perspectiva, la política económica está subordinada a un único objetivo: contener los precios. “El Gobierno pone como objetivo clave la inflación. Todo tiene que confluir para que no suba la inflación”, aseguró. Pero esa estrategia, sostuvo, tiene costos altos: “Así estamos: rompiendo la industria con importaciones insoportables y rompiendo las reservas del Banco Central y del Tesoro”.
Battista también cuestionó la lectura oficial sobre el clima político y financiero previo a las elecciones. “El riesgo electoral ya estaba claro y lo podemos medir: el riesgo país en enero estaba en 550 puntos y en abril estaba en 750. No había riesgo político porque todos pensaban que ganaba Milei”, recordó. Para él, la suba del riesgo no era un reflejo de incertidumbre electoral, sino de inconsistencias económicas: “El problema fue siempre el programa económico, que no funcionaba. Y ese problema sigue estando”.
Con estas declaraciones, el economista se suma a un conjunto creciente de voces que advierten que, sin correcciones profundas, la economía enfrenta un cuadro delicado donde el equilibrio cambiario, la actividad y las reservas continúan bajo presión.

