Según una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) entre agosto y octubre, el 49,3% de los hogares del Gran Buenos Aires sufrió una caída en sus ingresos respecto a la situación previa a la llegada de la pandemia de Covid-19.
Del “Estudio sobre el impacto de la COVID-19 en los hogares del Gran Buenos Aires”, se desprende que la proporción alcanzó el 57,3% en el caso de los hogares con niños y el 57,1% en el caso de los hogares con bajo nivel de instrucción.
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Asimismo, en más del 40% de los hogares, por lo menos algún miembro del mismo tuvo problemas de empleo, ya sea por despido, suspensión o reducción de haberes. A su vez, el 33,8% de los hogares consultados redujeron el consumo de al menos un alimento (carne vacuna, otras carnes, verduras frescas o leche).
Ante esta crítica situación, desde el INDEC indagaron respecto de las estrategias de cada núcleo familiar para salir adelante, y los resultados detallaron que el 45,8% de los hogares consultados redujeron el consumo de productos no alimentarios, seguido por el 28,6% de los hogares consultados dejaron de pagar o tuvieron problemas para cubrir los pagos de servicios de la vivienda. Como última estrategia, el 11% apeló a los préstamos.
Por otro lado, los hogares en donde algún integrante manifestó dificultades para acceder a medicamentos alcanzaron el 4,6%, y aquellos que tuvieron inconvenientes para realizar una consulta médica fueron el 8,6%.
En cuanto al cambio de hábitos que trajo la pandemia, los resultados del trabajo arrojaron que el 30,4% de los jefes y jefas de hogar con empleo (que trabajaron la semana anterior a ser encuestados) desarrolló sus tareas laborales desde su vivienda.
Además, se observó que el 65,5% de los hogares debió incrementar el tiempo dedicado a tareas domésticas, fundamentalmente aquellos con presencia de niños. Cabe remarcar que solo en el 15,1% de estos hogares se afirmó que hubo una distribución equitativa de las tareas entre mujeres y varones.
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