Aunque se lo piden los bingueros, Angelici decidió no enfrentar a Vidal en su avance contra el juego

A pesar de que toca sus negocios, Daniel Angelici tiene decidido ser prescindente en la discusión que se desató en el sector del juego luego de que María Eugenia Vidal propusiera un impuesto del 2% a los premios de las máquinas tragamonedas. “No me voy a meter”, le dijo el Tano a los suyos.

Según pudo saber INFOCIELO, la noticia no tomó por sorpresa al presidente de Boca Juniors. Angelici tiene participación en los bingos de Pergamino y de Ramallo pero tendrían decidido “desprenderse de todo” para dedicar a otros negocios y al fútbol. 

A penas se conoció es idea recaudatoria Vidal, el teléfono de Angelici empezó sonar contantemente: era sus colegas bingueros que le reclamaban que “interceda”. Por ahora, el dirigente de AFA no va a hacer nada.

Angelici le transmitió a su equipo que “veía bien” que se busque también gravar a las apuestas online aunque cree que la verdadera sangría de recursos para el Estado bonaerense pasa por el juego clandestino.

“Angelici no va hacer nada poner en riesgo la gobernabilidad o el proyecto de María Eugenia”, le comentó a este portal un dirigente que tiene línea directa con Angelici. “Si yo fuera María Eugenia y esto en contra los cierro y listo”, fue el mensaje que bajó el mandamás xeneize. La misma fuente no supo decir si fue un consejo o un desafío.

Por otro lado, este medio pudo saber que entre los empresarios del juego hay “alarma”. No puntualmente con esta medida que será incluida en el debate por el Presupuesto. En este caso es un a disposición “coin-out”, que significa, en los hechos, que el Estado empiece a recaudar desde el momento en que las monedas salen de la máquina tragamonedas.

Lo que propone Vidal, a priori, es que se cobra un 2% de cada peso no ganado y no de cada peso jugado. “Si fuese al revés, eso desalentaría las apuestas, obviamente”, explicó a INFOCIELO un asesor legal con llegada los pesos pesados del rubro.

La preocupación pasa por no saber cuál puede ser el límite de Vidal en su avance. No obstante, el reaseguro es que esta nueva carga impositiva también evidencia que las salas de juego azar son necesarias –e insustituibles- para las arcas provinciales.

La propuesta también recibió críticas ‘por izquierda’, ya que economistas relacionados al kirchnerismo, y legisladores de ese espacio también, se quejaron de que, finalmente, el que pierde es el apostador. “Ponen un impuesto al juego, y se lo ponen a los premios, no se lo ponen a la tragamonedas, a los casinos, sino a la gente que ganó”, advirtió Mercedes La Gioiosa, asesora en estos temas del PJ Bonaerense.

Hay que recordar que, en la última discusión sobre las apuestas en la Provincia, la posición del ‘angelicismo’ fue otra: sus legisladores fueron los que se opusieron, desde adentro de Cambiemos, a sancionar una nueva ley del turf, tomando partido por los representantes de la hípica. Desde los criadores hasta los jockeys creían que una quita de la ayuda estatal iba a terminar con la actividad.