El feriado por la noche, la histórica panadería ‘El Viejo Sanzo’, ubicada en Avenida Regimiento de Patricios al 600 del barrio porteño de Barracas, Ciudad de Buenos Aires, fue asaltada por dos delincuentes que, armados y con rostros cubiertos, se llevaron dinero en efectivo, una notebook y teléfonos celulares. Las cámaras de seguridad registraron el hecho, que tuvo lugar a escasas cuadras de la Bombonera y del Ministerio de Seguridad porteño. Aunque el suceso causó alarma entre vecinos, el verdadero foco de la noticia se desplazó cuando el canal La Nación Más cubrió el episodio en vivo.
En la mañana del martes, durante el segmento informativo conducido por Luis Novaresio, un móvil se instaló en el lugar para narrar los detalles del robo, mostrar las imágenes y entrevistar al propietario del local.
Sin embargo, lo que llamó la atención no fue el robo en sí, sino el zócalo que acompañaba la cobertura que afirmaba: “Conurbano violento”.
Otra vez La Nación Más adjudicándole un hecho de violencia al conurbano, cuando sucedió en la ciudad de Buenos Aires
Este detalle aparentemente menor esconde una práctica recurrente en algunos medios de comunicación: confundir (intencionadamente o no) los límites geográficos y políticos de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y la Provincia de Buenos Aires.
Barracas, donde ocurrió el robo, está dentro de CABA, gobernada por Jorge Macri del PRO. Sin embargo, al etiquetar el hecho como perteneciente al “conurbano”, se traslada simbólicamente la responsabilidad al gobierno de Axel Kicillof, reforzando un relato de inseguridad asociada a la provincia.
Así fue el simulacro de incendio en la Unidad 9 de La Plata con participación de bomberos de Villa Elvira
Un simulacro de incendio se llevó a cabo este viernes por la tarde en la Unidad 9 de La Plata
Manipulación detrás del zócalo de La Nación Más
La confusión no es nueva. En más de una ocasión, los zócalos de canales como La Nación Más, TN o A24 han cometido “errores” similares, y las críticas apuntan a que podrían no ser tales.
Esta manipulación mediática tiene dos efectos inmediatos. Por un lado, alimenta una percepción más negativa aún del conurbano bonaerense, siempre vinculado a la inseguridad y el abandono estatal.
Por otro lado, exime de responsabilidad a las fuerzas de seguridad porteñas y al gobierno de CABA en situaciones que ocurren bajo su jurisdicción.
El impacto de estas prácticas se amplifica porque muchos televidentes consumen noticias en lugares públicos o con el volumen apagado, guiándose únicamente por los textos en pantalla.
Si el zócalo afirma que el robo ocurrió en el conurbano, esa es la información que quedará grabada, independientemente de lo que se explique en la transmisión.
Política y pauta publicitaria de CABA
No es un secreto que algunos medios tienen afinidades políticas que influyen en el modo de presentación de sus coberturas.
En el caso de La Nación Más, su relación con el PRO incluye tanto coincidencias ideológicas como una significativa pauta publicitaria proveniente del gobierno porteño.
Este vínculo plantea dudas sobre la independencia editorial del canal y refuerza la sospecha de que el zócalo “Conurbano violento” no fue un error, sino una decisión calculada.
¿Error o pifia voluntaria?
El propietario de “El Viejo Sanzo” señaló que, a pesar del episodio violento, los robos en la zona son infrecuentes. Sin embargo, la atención mediática no se centró en la inseguridad en Barracas, sino en cómo el hecho fue utilizado para alimentar una narrativa que favorece intereses políticos específicos.
Lo que sucedió en Barracas es, sin dudas, preocupante, pero más grave aún es cómo algunos medios convierten un episodio delictivo en una herramienta para manipular la percepción pública, desviando responsabilidades y perpetuando un juego político que poco contribuye a resolver los problemas de fondo.
