José Mujica es siempre un personaje simpático que poco le importa lo que digan de él. Y por eso no tuvo contemplaciones para hablar de la FIFA después de la eliminación de Uruguay en el Mundial, al calificarlos como “una manga de viejos hijos de puta”.
Fue en la bienvenida que el Presidente le dio al plantel ayer en el Aeropuerto de Carrasco, después de la derrota de su país ante Colombia por los octavos de final. “Podrían haberlo sancionado pero no así, son sanciones fascistas”, agregó.
Y tampoco se quedó atrás su esposa y Senadora Lucía Topolanski, quien adhirió a las palabras del Pepe.
El plantel Celeste llegó en horas de la noche pero no tomaron contacto con los hinchas, ya que salieron por una puerta alternativa.