Los clásicos de la ciudad dejaron un saldo negativo. Más allá de lo futbolístico, con rédito deportivo para Estudiantes por Copa Sudamericana, la fiesta volvió a empañarse por los incidentes que se vivieron en distintos puntos.
El más notorio y grave sucedió en el estadio Ciudad de La Plata, donde se jugó el encuentro. Un hincha de Estudiantes resultó herido, por un corte, luego de un cruce con hinchas de Gimnasia.
La presencia de un centenar de hinchas Triperos despertó la alarma en el estadio. Todos convivieron sin problemas, siendo local el Pincharrata, pero al cierre del encuentro se produjo un hecho desafortunado, el cual dirigentes, funcionarios y la justicia buscan tapar y dejar impune.
A casi un mes de este desafortunado hecho, nadie habla. Todos callan. El silencio es el aliado de la justicia, pese a que algunos trabajen así y quieran mantenerse al margen de los medios, cuando quieren tapar y ocultar lo sucedido.
La fiscal sigue investigando. Hasta allí parte lógica del proceso. Pero funcionarios de alto rango en la Provincia, relacionados a la Seguridad, han intervenido para ocultar el hecho y que no se hable más del mismo.
Las presiones políticas y el miedo a la condena social, hacen que el deporte de la ciudad tenga un nuevo hecho de inseguridad y violencia sin ningún culpable. El Presidente de Gimnasia, Daniel Onofri, sindicó a un empleado del club, como el posible responsable del ataque. Los videos de las cámaras de seguridad de la ciudad, muestran que la dirigencia infringió en un error. Quienes no tenían permiso para poder asistir, estuvieron presentes. Así e produjo un desafortunado hecho.
Todos hoy deciden ampararse en la justicia y silenciar a quienes exigen respuestas. El tiempo pasa, y muchos son los que apuestan al silencio. ¿Otro caso más de impunidad?