Hernán Dario Ortiz jugó en Gimnasia y allí se quedó. Su casa, como él dice, es el club al cual ama y que en diferentes momentos regresó para poner la cara y dar una mano, aún en el momento más difícil, en los últimos años, donde pagó con un descenso.
Otra vez, cuando las papas quemaban, tras la ida de Facundo Sava como entrenador del equipo y ante una campaña muy mala, el Indio se puso al frente del plantel y así pasaron dos partidos, con empates ante Independiente y Boca, con sabor a alegrías e identificación.
Por delante, en este interinato del Indio quedan dos entrenamientos y el partido ante Newell´s, el próximo lunes. Y ese podría ser un partido especial, no solo porque será la despedida del equipo de su gente y el cierre de la Superliga.
Ante la Lepra, Darío Ortiz podría mandar a la cancha, como titular, ante la ausencia de Manuel Guanini quien se encuentra suspendido por haber llegado a la quinta amarilla, a su hijo Nicolás.
En diálogo en la conferencia de prensa de ayer, el Indio no le esquivó a la pregunta y si bien no contó qué hará con su hijo, destacó que “Ortiz es un jugador más dentro de la cancha. Sólo en mi casa es mi hijo”.
En lo que va del año, Nicolás Ortiz fue al banco de suplentes en seis oportunidades, ante Colón, San Lorenzo, Temperley, Argentinos, Talleres y Boca. Y acumula ocho en total, ya que el año pasado había fue parte del plantel que se midió ante Colón y Banfield, sin sumar minutos.