Sin lugar en el Pincha, Mauricio Rosales se fue a pelearla al Decano tucumano donde consiguió, de la mano de Juan Manuel Azconzábal, clasificar por primera vez a la Copa Libertadores de América.
El lateral de 24 años sabe que el puesto en Estudiantes está superpoblado a lo que se suma ahora la llegada de Sebastián Dubarbier. El poco protagonismo de Rosales en Tucumán había abierto una puerta para el regreso.
Desde que está allí, de los 14 partidos disputados hasta el momento, en 4 de ellos jugó como titular, en 5 fue al banco de los suplentes donde pudo ingresar en sólo 1 de ellos. Claro está que esperaba muchos más minutos en cancha.
Sin embargo, haber clasificado a la Copa Libertadores se convirtió en todo un desafío que lo motiva para quedarse y seguir buscando una mayor continuidad dentro del equipo donde le quedan 6 meses más de vínculo y luego si regresará a Estudiantes.