El Clásico Platense fue para Estudiantes. El equipo de Eduardo Domínguez fue ampliamente superior a Gimnasia y se quedó con una nueva edición del clásico, estirando su racha ante el Lobo y sumando buenos puntos en la tabla anual. El Lobo, en cambió, sufrió una dura derrota que lo complica aún más en el fondo.
El León comenzó mejor con la pelota, haciéndose cargo de la localía y mostrándose más ambicioso que Gimnasia. El Lobo no se desesperó por recuperar rápidamente y esperó en su campo, achicando bien los espacios y cortando los circuitos de juego del equipo de Eduardo Domínguez.
Por momentos el partido atravesó mesetas en las que no tuvo sorpresas y se tornó predecible. Durante los primeros 45 minutos, el equipo de Fernando Zaniratto priorizó el orden defensivo y eligió la pelota parada como su arma principal para intentar generar daño.
El Pincha, en cambio, optó por la tenencia y por avanzar progresivamente en campo rival, intentando no dividir la pelota y ubicando a Medina como la referencia del equipo de tres cuartos de cancha en adelante. Además, contó con un Cetré muy activo que fue lo más peligroso en ataque y que terminó concretando el primer gol del partido sobre el final de la primera mitad.
En el complemento no hubo tiempo para estudiarse o especular. De entrada, antes de los 10 minutos, Augusto Max cometió un insólito error que pagó carísimo. El mediocampista se la dejó servida a Carrillo, que había estado cerca minutos atrás, y esta vez no volvió a perdonar.
A partir de allí el partido se rompió por completo. Gimnasia comenzó a sufrir la presión y el apuro por descontar, mientras que Estudiantes hizo su partido jugando con los dos goles de ventaja. Manejó los tiempos, aprovechó los espacios que comenzó a dejar el visitante y se adueñó por completo del partido.
El equipo de Zaniratto no encontró los caminos para generar peligro sobre el arco de Fernando Muslera y los minutos se le escurrieron. Estudiantes golpeó en los momentos justos y Gimnasia no encontró respuesta. Finalmente, fue fiesta para el Pincha en UNO y una nueva decepción para el Lobo.