Gabriel Milito comenzó ayer su segundo ciclo al mando de Estudiantes, y lo hizo de la misma manera en la que había comenzado en su primera etapa: quedándose con la victoria en un partido muy importante para el equipo.
En aquella ocasión había sido el 21 de abril de 2015, cuando derrotó a Barcelona de Ecuador como visitante en Guayaquil por 2 a 0, en el último partido de la fase de grupos. Aquella vez sabía que, para avanzar, debía sumar de a tres.
Hoy, en medio de una realidad sumamente distinta, con el equipo mirando más hacia la tabla de promedios de la próxima Superliga que a la zona de clasificación a copas internacionales, sumó tres puntos que dan aire en una cancha difícil.

