Tardó, pero arrancó. ¿Estudiantes? No, Cristian Medina. Mientras el equipo se debate entre su medianía y los resultados no lo terminan de acompañar, el ex volante de Boca asoma como agua en el desierto en un mediocampo al que le sobran nombres y le falta fútbol.
Desde un tiempo a esta parte, Medina ha sido uno de los hombres destacados. Su rol para pasar la pelota siempre fue destacado, aunque ahora le agregó velocidad y desequilibrio producto de una mejor condición física.
Se lo nota más atrevido y estilizado, animándose a gambetear. Lo hizo en el Clásico y repitió con Boca, cuando le convirtieron el penal que Cetré canjeó por gol.
La racha que Medina no puede romper
Más allá de la evolución en su juego, hay un dato que resulta increíble para un jugador de capacidad. Desde que llegó a Estudiantes, en enero de este año, todavía no pudo marcar ni un gol. Si bien es cierto que no es un volante con gol, ha marcado algunos en su carrera, como aquel recordado a River en el Monumental.
Más allá de su ausencia en el arco ajeno, es indiscutible que el nivel de Medina está en levantada, justo cuando el año llega a su fin y su futuro es toda una incógnita.

                                    