Lo que vivieron Martini y Messera hace dos días atrás es el punto final de una historia que comenzó días antes, y que como pasarela los dirigentes se encargaron de fogonear, mientras dialogaban con Néstor Gorosito, quien hoy asumió como nuevo entrenador del Lobo.
En una charla profunda, Mariano Messera se abrió al diálogo en CIELOSPORTS, en el piso de La Cielo, y contó sus sensaciones de lo que vivieron estos últimos días, destacó lo que pasó en el vestuario después de River, se refirió al mensaje de Gabriel Pellegrino y detalló la reunión en la que la dirigencia los echó de Gimnasia.
El camino para echarlos
“Nos hubiese gustado que fuese de otra manera que no se generar ese clima que se generó, eso duele y jode. Cuando hay una decisión tomada como cuando nos llamaron, si hay dos dirigentes o veinticinco no se si modifica algo, para el afuera quedaría más prolijo. Tampoco teníamos mucho para hablar, porque habíamos hablado varias veces a futuro y lo que iba pasando. Fue ir y escuchar nada más”.
El vestuario y la reunión ante River
“Molestó el post River porque si había un momento donde no tener dudas fue ese partido, le jugaste de igual a igual al mejor equipo y a los tres minutos arrancas perdiendo después de una eliminación en Copa, todo el mundo pensó que te comías cuatro”.
El clima que les instalaron
“Tengo muchos años en esto y sé de qué se trata, me tocó vivirlo como jugador cuando los dirigentes no están convencidos cambian el técnico y yo sufría mucho como jugador, sentís que sos responsable dentro de la cancha.
Entendemos que se había generado un clima de una crisis cuando un equipo pierde cinco partidos seguidos, nunca perdimos dos partidos seguidos por torneo local, salvo el pasado con el Covid a pleno, veíamos que el equipo podía dar más pero no una crisis, y que se recuperen jugadores importantes, que nos hubiesen dado otras variantes”.
El mensaje de Gabriel Pellegrino
“Sentimos el apoyo ese mediodía del partido con Lanús, el apoyo de Gabriel que recién había llegado al país, que estaba con nosotros y que se pudiera ganar ese partido para acallar algunas cuestiones que se habían instalado, lo sentimos genuino el mensaje, pero tres días después no volvimos a hablar. Podemos hablar como hicimos mil veces, que no estemos más no significa que esté enojado, tenemos una relación excelente, sería de mala leche estar acá sentado y hablar mal de los dirigentes”.