Gimnasia cerró su participación en la Serie Río de La Plata con una sólida victoria frente a San Lorenzo por 1 a 0 en el Gran Parque Central. Sin embargo, no todo fueron buenas noticias para Leonardo Madelón y los suyos. Y es que más allá de la lesión de Guillermo Enrique, otro protagonista que preocupó al cuerpo técnico fue Lucas Castro.
El Pata, que ingresó a los 8 minutos de la segunda etapa por Pablo De Blasis, pudo mantenerse en juego apenas por 23 minutos. El experimentado volante debió dejarle su lugar a Matías Miranda a los 31 del complemento por un fuerte golpe recibido en el sector medio, instantes luego de su incursión en el choque.
Visiblemente incómodo al momento de tener que trasladarse, al mediocampista se lo observó tomándose una de sus piernas y rengueando en dirección al banco de relevos, donde aguardaba por él el cuerpo médico del Tripero. Con lo sucedido con Guillermo Enrique en los instantes previos, en el Lobo rápidamente se encendieron las alarmas, aunque fue el propio protagonista el que dejó en claro que se trató de un fuerte golpe.
Lo cierto es que más allá del buen rendimiento, con el cual selló un muy buen triunfo ante los dirigidos por Rubén Darío Insúa, Gimnasia se vuelve de la pretemporada con la lesión del lateral derecho ya confirmada y con una de sus primera monedas de cambio algo averiada. La buena noticia tanto para Castro como para Madelón y los suyos son las casi dos semanas más que habrá hasta el encuentro con Talleres en Córdoba, con el cual el Lobo comenzará su camino en la Copa de la Liga Profesional.
El plantel entrena por la mañana en el predio de Liverpool de Uruguay y luego, en horas de la tarde, emprende el regreso al país. Allí, los que jugaron ante San Lorenzo realizan tareas regenerativas, en tanto que aquellos que no lo hicieron ejercicios con la pelota como protagonista.