Argentina clasificó a la final luego de derrotar a Holanda por penales tras igualar por 0 a 0 en el tiempo regular, pero la historia pudo ser bien distinta sobre el minuto 90 de no ser por Javier Mascherano.
Wesley Sneijder recibió la pelota cuando el tiempo agregado estaba comenzando en el borde de la medialuna, y tocó para Arjen Robben quien pasó entre los defensores y quedó perfilado para la zurda frente a Sergio Romero.
El atacante del Bayern Munich se aprestaba a definir y poner la ventaja agónica para la Naranja, pero con una velocidad asombrosa el tractor del mediocampo argentino se rehízo y salvó a la Selección.
Masche llegó antes que todos y trabó un remate que tenía destino de segundo palo, cuando Chiquito volaba al primero, y envió la pelota al tiro de esquina para mantener un cero en su valla que sería vital, y tras los penales, le aseguraría el pase a la final.