Estudiantes recibirá este martes a Carabobo de Venezuela. Un equipo que no sólo está eliminado por su baja puntuación, sino que llegó el domingo a La Plata condicionado por su crisis futbolística y desgastado por su travesía aérea.
Fueron 5.400 kilómetros divididos en tres escalas los que el plantel visitante debió recorrer para llegar a nuestro país. Carabobo abordó su primer avión en la localidad venezolana de Valencia y lo hizo rumbo a Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

En el llano estuvo una hora, realizando el trasbordo para viajar a Montevideo. Y desde la capital de Uruguay finalmente despegó hacia Buenos Aires, donde quedó hospedado durante el mediodía dominical.
Todo eso, en un clima enrarecido por las dificultades deportivas que está sufriendo el equipo. Hasta aquí, con dos, es el equipo con menos goles en la edición 2025 de la Libertadores. Igualando, así, la peor marca del último lustro.
En el plano doméstico su situación no es tan distinta. Aunque está segundo en su zona, tiene apenas cuatro puntos, muy lejos del líder Deportivo Táchira. Ganó un partido, apenas, además de empatar otro.
Pero sobre todas las cosas, perdió dos. Un contexto que llevó a su entrenador, Diego Merino, a optar por otro camino: después del encuentro ante Estudiantes dejará de dirigir a Carabobo.
La palabra de Diego Merino
“Será mi último partido al frente del equipo, espero despedirme de la mejor manera. Fue magnífico lo que nos ha ocurrido en este año y medio. Nos enfrentamos a un gran rival y queremos hacer el partido más completo posible”, reconoció en diálogo con Radio Provincia.
Aunque, está claro, lejos de restarle importancia al mano a mano ante el León, dejó una advertencia para su próximo rival. “Es cierto que estar sin posibilidades en el grupo puede hacer que el equipo se sienta más suelto a la hora del partido. Ojalá así sea”.
El español, de este modo, recalaría en un equipo colombiano: La Equidad, que perdió a su técnico John Bodmer.

