No cabe duda que Estudiantes cerró la temporada con un sabor muy distinto al que tuvo durante algunos pasajes de este 2019. La llegada de Gabriel Milito refrescó al plantel, y le dio algunas ideas que, de a poco, comienzan a plasmarse adentro de la cancha.
Ayer el Pincha fue eliminado de la Copa Superliga, pero el que estuvo del otro lado fue el flamante campeón de Primera División, que no fue superior más que en algunos pasajes, no pudo ganarle ninguno de los dos partidos y terminó clasificando por el gol anotado como visitante.
Está claro que el primer equipo Albirrojo tiene muchas cosas por corregir todavía para ser el equipo que pretende el Mariscal, y sobre todo está claro también que serán necesarios algunos refuerzos de jerarquía para potenciar al equipo, pero la mejora salta a la vista.
Ayer el León fue una mixtura entre el equipo que pretende Milito y aquel que tantas dificultades tuvo para generar peligro a lo largo de la temporada. En ese contexto no deja de ser valioso que los destellos del nuevo Estudiantes le permitieran pelear hasta el final.
Orden, sacrificio y por sobre todas las cosas intensidad: eso mostró el Pincha de arranque, y maniató a Racing en la primera parte. No lo dejó salir nunca con claridad, ahogando a Marcelo Díaz y a Pol Fernández de manera constante, sin dejarlos pensar siquiera un segundo.
En el segundo tiempo se vio una merma, lógica desde lo físico, pero a pesar de eso el equipo mantuvo la compostura. La Academia encontró algunos espacios que no había podido explotar durante la primera parte, pero eso también tuvo que ver con lo que indicaba el resultado.
En la previa estaba claro que plantarse de igual a igual ante Racing iba a ser un gran desafío para Estudiantes, pero que otro de igual magnitud iba a ser el de convertir un gol, condición necesaria para entrar en la conversación sobre las diferentes variantes de clasificación.
Ese fue el gran déficit Albirrojo ayer en Avellaneda, ya que si bien tuvo la pelota y cuando no lo hizo supo cómo recuperarla, no logró traducir eso en ocasiones de peligro de manera regular. Así se mantuvo en partido, pero no consiguió ese gol que le permitiera abrazarse a la siguiente fase.
Ahora, con mucho tiempo para trabajar por delante, el DT y la Comisión Directiva deberán elegir sabiamente entre los posibles refuerzos que tengan a mano. El camino desde lo futbolístico parece al menos ir tomando un rumbo definido.



