La vuelta de Ángel Di María a Rosario Central generó un profundo impacto en el fútbol argentino. Y es que el torneo nacional quedará engalanado por otra figura que de las que brillaron en Qatar 2022.
Ahora bien: este retorno también tiene un peso específico fuerte por tratarse de un hijo pródigo que resigna las comodidades de Europa para estar nuevamente en casa. Algo que ya había sucedido en el fútbol argentino.
De hecho, Estudiantes fue un club pionero en recibir a una de sus joyas: en 2006, Juan Sebastián Verón volvió desde el Inter de Italia con una decisión que también había conmovido al fútbol argentino.
Una determinación firme y por amor a los colores que les abrió las puertas a otras grandes figuras a dejar de lado las cuentas en euros y los campeonatos UEFA para involucrarse definitivamente en la liga doméstica. Esa que les había permitido dar el gran salto.
La Brujita, por caso, además lo hizo en plenilud: siendo figura en Europa, eligió regresar. Tenía 31 años. Lideró al equipo campeón del Apertura 06 con Diego Pablo Simeone y dos años y medio más tarde levantaría la Libertadores 2009 con Alejandro Sabella como DT. Su regreso significó identidad, sentido de pertenencia y una transformación institucional: llegó a la presidencia del club, contribuyendo a su crecimiento (inauguró el estadio UNO que planea remodelar) y competitividad.
Otros recordados regresos al fútbol argentino
Juan Román Riquelme – Boca (2007)
Vino desde el Villarreal y fue una bomba. Llegó cedido a préstamo luego del distanciamiento con Manuel Pellegrini y desató una revolución: fue el alma del equipo que ganó la Copa Libertadores ese mismo año. Seis meses más tarde sería comprado definitivamente. Su vuelta marcó el inicio de una nueva era en Boca, con él como estandarte. Como Verón, alcanzó la presidencia del club tras un ciclo como vicepresidente.
Diego Milito – Racing (2014)
Un caso parecido al de Riquelme y Verón: volvió a Racing, se consagró campeón como capitán y emblema en el Torneo de Transición del mismo año y se instaló fuertemente en el corazón del hincha incluso a nivel institucional. Luego de ser manager, ganó las elecciones presidenciales en 2024, una década después de su retorno al club.
Gabriel Milito – Independiente (2011)
En 2011, Gabriel Milito regresó a Independiente desde el Barcelona con la ilusión de cerrar su carrera en el club que lo vio nacer. Sin embargo, los inconvenientes físicos le pasaron factura y sólo disputó una temporada. Se retiró en 2012. Más tarde sería entrenador, a diferencia de su hermano no se involucró en la política de la institución de manera activa.
Maxi Rodríguez – Newell’s (2012)
En 2012, Maxi regresó a Newell’s desde Liverpool. Como Verón lo hizo en plenitud: tenía 31 años y rápidamente se convirtió en un líder del equipo campeón del Torneo Final 2013 con Gerardo Martino. Tuvo tres ciclos en el club, siempre con compromiso y calidad. Ídolo total, Maxi fue ejemplo de amor por la camiseta. Se retiró ovacionado por su público.