Sin dudas que uno de los momentos de mayor tensión durante el Mundial fue la lesión de Rodrigo De Paul en la previa del partido de cuartos de final ante Países Bajos. La situación por entonces se mantuvo bajo llave e incluso generó un cortocircuito entre el cuerpo técnico y los medios de prensa que confirmaban el hecho mientras que desde adentro se trataba de mantener oculto.
De hecho, el propio Scaloni se mostró molesto y en diálogo con los medios soltó un “¿ustedes juegan para ellos o para nosotros?”. En diálogo con Fox el volante del Atlético de Madrid contó los detalles de aquel momento: “ Me lesioné. Fue una jugada dos días antes del partido, en un reducido, sentí algo ahí atrás. Cuando me hice los estudios vi que me había lastimado. No me llegué a romper, pero tenía como una distensión grado uno. Fue en la última jugada del entrenamiento. Yo nunca me lastimé, nunca me rompí ningún músculo. Cuando termina la jugada se me acerca el técnico y me pregunta “qué te pasó”, y le digo “no sé, sentí algo atrás”. Le digo: “No, no sé qué es“, soltó entre sonrisas que dejaban ver que el jugador no quería blanquear su situación física.
De Paul, sus charlas con Messi, con Scaloni y el consejo de Tini
El ex Racing brindó detalles sobre lo que habló con Lionel Scaloni después de aquel entrenamiento: “¿Puedo hablar con vos? Yo lo único que te pido, para que no se genere un teléfono descompuesto, es que me dejes decidir. Si estoy para jugar o no. Te lo juro, si no estoy te voy a decir la verdad. Me dice “quedate tranquilo que vos a decidir si estás o no”.
Minutos después vendría la charla con Messi en la habitación: “Leo, puede ser el último partido en un Mundial porque yo tengo fe de que vamos a pasar a semifinales, pero no sé si me van a volver a convocar ”, fue la frase de De Paul para Messi que, sin dudarlo le dijo: “Yo te prometo que yo te voy a ayudar a llegar a la semifinal, pero no arriesgues porque lo más probable es que te quedes afuera”.
A horas del partido el 7 bravo de la Selección dijo que: “Yo no podía probar. Voy y hago cuatro piques y me duele, pero era un dolor que yo lo podía soportar. Pero el mayor miedo que me daba era que casi seguro que me iba a romper. En un momento hice un click y dije “lo intenté”. Corrí tres veces fuertes y no me pasó nada”, develó el “motorcito”, clave para la conquista de la tercera Copa del Mundo para Argentina.
Para el cierre quedó la charla que se volvió tendencia en redes con su pareja Martina Stoessel: “Yo me meto en la habitación, yo no quería hablar con nadie. Todo eso se había filtrado, tenía a mi mamá y a mi papá preocupados. Yo les digo que no pasa nada. La llamo a Tini, que no sabe ni lo que vale un gol. Se empezó a empapar de fútbol conmigo, porque yo a veces le comento”. Ella solo le dijo: “yo te voy a apoyar, decidí con el corazón, que no te vas a arrepentir”



