Bélgica es de bronce. Con el triunfo por
El sueño de una generación que se gestó en la previa del Mundial de Brasil 2014, y que quedó eliminado ante Argentina en los cuartos de final, maduró, creció en cuatro años y estuvo muy cerca de alcanzar su primera final mundialista. Perdió con Francia en semifinales y se recuperó ante Inglaterra.
Con un gran rendimiento colectivo, Bélgica fundamentó su buen rendimiento y juego en el arco con un extraordinario nivel de Courtois, con una sólida defensa formada por Alderweireld, Kompany y Vertonghen; con un mediocampo aguerrido y de muy buen pie que contó con Meunier, Tielemans, Witsel y Chadli; de los cerebros, técnicas y determinaciones de De Bruyne y Hazard, y la contundencia de Lukaku.
La historia de los diablos Rojos en este Mundial comenzó el 18 de junio con una goleada
Antes de esta participación, el mejor rendimiento de Bélgica, se dio en el Mundial de México 1986 cuando también llegó hasta las semifinales y perdió ante la Argentina y por el tercer puesto perdió ante Francia por