El coronavirus castiga al mundo y ante el avance de contagiados en la Argentina, el gobierno recomendó suspender cualquier tipo de eventos y en caso de que no se pudiese, suspender la presencia de público y restringir la concurrencia a 200 personas.
Lejos de tomar el ejemplo de otros deportes, donde las diferentes ligas nacionales y provinciales en nuestro país se fueron suspendiendo, la AFA y la Superliga no quisieron suspender el inicio de la Copa Superliga.
En la previa del estreno, que tuvo lugar desde las 19.15hs en el estadio del Bosque, jugadores y técnicos de Gimnasia y Banfield se reunieron con el árbitro, Andrés Merlos, para no jugar. Pero al comunicarse con autoridades de la Asociación del Fútbol Argentino y de Agremiados recibieron la respuesta de que al “no jugar, perderían los puntos”. Sin importar nada, la pelota empezó a rodar.