En cinco establecimientos de engorde a corral del sur de Santa Fe, el año comenzó de la peor manera posible. Las elevadas temperaturas y la presencia confirmada de un hongo en semillas forrajeras causaron la muerte de 1.000 bovinos, en un hecho que no registra precedentes en la ganadería argentina.
Los feedlots afectados se encuentran en el sur santafesino, en las localidades de Cafferata y Chañar Ladeado y las imágenes que se registraron en esos corrales fueron realmente impactantes. En el plano económico, se estima que las pérdidas superan los 10 millones de pesos.
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En estos establecimientos trabajó personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y del INTA Balcarce. Profesionales involucrados en los análisis de las materias primas empleadas en las dietas de los feedlots afectados confirmaron, en horas del mediodía del pasado viernes 4 de enero, la presencia de endofitosis en las semillas analizadas.
En este sentido, señalaron que este tipo de problemas suele presentarse en tambos o sistemas de cría y recría y casi no existen antecedentes a nivel mundial en establecimientos de engorde a corral. Este componente presente en la dieta de los bovinos, sumado a la elevada sensación térmica, causó la muerte del ganado.
Una de las primeras preocupaciones fue conocer si se trataba de un hecho puntual o existía la posibilidad de hallarse frente a una epidemia. En este sentido, veterinarios de la experimental balcarceña descartaron de plano esta última posibilidad y buscaron llevar tranquilidad sobre esta cuestión.
En la experimental de Balcarce se llevan a cabo análisis de muestras de alimentos consumidos por estos bovinos. Además, personal del organismo estuvo presente en esos corrales y efectuó análisis de los animales afectados. “Descartamos las principales enfermedades infecciosas que producen mortandad en feedlot” explicó el veterinario Ignacio Llada, del INTA Balcarce, en declaraciones periodísticas.
Una vez identificadas las causas de esta elevada mortandad, queda por resolver el manejo de los cuerpos diseminados en los corrales. En estos casos, los profesionales recomiendan el uso de fosa sanitaria y la quema de los cadáveres.
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