Varios intendentes se negaron a recibir pacientes y desde el oficialismo los tratan de “mezquinos”

El convenio que planteó el gobierno de la provincia con los municipios del interior para recibir pacientes de los hospitales más afectados, comienza a agrietarse. Y eso, pone en aprietos al gobernador Axel Kicillof, que esperaba una respuesta favorable para prevenir el colapso del sistema sanitario bonaerense. 

Varios intendentes salieron a despegarse rápidamente y aclararon que no están de acuerdo en recibir pacientes para centros extrahospitalarios. Argumentan que esos casos podrían agravarse y así, tener que utilizar las instalaciones de los hospitales locales.

Esa actitud les valió duras críticas por parte de algunos legisladores bonaerenses: creen que fue un “debate mezquino” y también les recordaron que hace tan solo semanas, recibieron recursos y hasta respiradores artificiales por parte del gobierno de Kicillof.

Uno de los intendentes que lideró el rechazo fue el de Tandil, Miguel Lunghi (Juntos por el Cambio), que ya había protagonizado un enfrentamiento con la administración provincial.

Por su parte, el intendente de Ayacucho, Emilio Cordonnier, también sinceró su pensamiento y prefirió priorizar a su población.

“La complicación es que, si llega un paciente leve, en futuras horas podría empeorar. La decisión que tomamos es no aceptar la propuesta”, consideró Cordonnier.

El rechazo también se dio en los municipios de Lobería, Balcarce y Pila, pero tuvo un visto bueno en Necochea y Bahía Blanca, quienes se mostraron abiertos a colaborar.

“Abrir este debate es mezquino. Cuando hace dos meses le pedían a la provincia que le manden respiradores, que le manden asistencia. Nadie está pensando mandar pacientes de Avellaneda a Bahía Blanca, pero tenemos un solo sistema y hay que ser solidario. Porque en una zona tenés respiradores y en otra, están colapsados”, le dijo a INFOCIELO, el legislador bonaerense Mario Giacobbe, quien integra el bloque peronista 17 de noviembre.

“Así como los distintos municipios recibieron respiradores y equipamiento médico tanto de la Nación como de la Provincia, y también en muchos casos ampliaron la cantidad de camas, ahora deben responder con la solidaridad que las circunstancias requieran a las demandas que vayan apareciendo”, dice, también, un documento que difundió su espacio.

La resistencia por parte de algunos intendentes es un duro golpe para el gobierno bonaerense, que observa con preocupación los números de contagios y el número de camas disponibles. Las fuentes oficiales indican que –de seguir así-, los hospitales del Conurbano colapsarán en cuestión de semanas.

Ahora, desde Gobernación esperan que esa misma postura no se extienda y la solidaridad le gane al miedo.

“Las derivaciones pensamos entre municipios cercanos. No tiene mucho sentido derivaciones desde el conurbano a municipios del interior por ejemplo. Hay complejidades en el traslado de pacientes graves qué hay que tener en cuenta. La idea es hacer lo que se pueda pero con criterio y con cuidado”, le contestaron a este medio funcionarios del ministerio de Salud bonaerense. 

LAS ACLARACIONES DE BIANCO

A todo esto, el jefe de Gabinete de la provincia, Carlos Bianco, salió aclarar que -en todo caso- lo que podría darse son traslados de una ciudad del interior a otra, en caso de que el primer sistema de salud se desborde. Aún así lo consideró “improbable”. 

En medio de la polémica, Bianco le contó a la agencia DIB que se encuentra “sorprendido por las interpretaciones que hicieron algunos intendentes de los convenios que firmamos”.

“Estos convenios se firmaron a pedido de los intendentes, que nos vivieron a ver porque tenían un gasto adicional relacionado con el sostenimiento de los centros de aislamiento municipal que habían puesto en marcha con fondos propios”, destacó Bianco.

“Podría existir algún acuerdo entre intendentes para el traslado de un paciente de una ciudad del interior a otra vecina, pero no creo que eso pase, porque no vemos posibilidad de desborde en esas ciudades”, agregó el funcionario.