La escena podría pasar desapercibida como una expresión desafortunada, pero terminó en detención. Este martes, en la previa de la movilización convocada por el peronismo en defensa de Cristina Kirchner, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detuvo a un hombre identificado como Joel Miguel Pessi por haber insultado al presidente Javier Milei durante una transmisión en vivo del canal LN+
“Lo vamos a matar a Milei, al hijo de mil p*ta. Hijo de p*ta andate. Milei bastardo, hijo de p*ta. Vendepatria hijo de p*ta” se lo escucha decir en cámara mientras pasa a bordo de una camioneta. Minutos después fue interceptado por las fuerzas de seguridad sobre la autopista Ricchieri, a la altura del Mercado Central. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, celebró el procedimiento en su cuenta de X: “Ya está detenido por la PSA. Amenazas, respuesta inmediata”.
Según fuentes oficiales, el hombre fue trasladado incomunicado a la base operativa de la PSA en Ezeiza. El juzgado federal N.° 2 de Morón fue desde donde se ordenó su detención en carácter de incomunicado. En su declaración posterior, el propio detenido dijo: “Me retuvieron el documento porque salgo en un noticiero diciendo Milei hijo de p*ta. Puteo por bronca como cualquier argentino. No hay trabajo, no hay una mierda. Me expresé y ahora me quieren hacer una causa”.
Frenos a colectivos, control en estaciones y escenas absurdas en la previa del acto
El episodio se produjo en el mismo contexto de fuertes controles dispuestos por el Ministerio de Seguridad, en la antesala de una movilización masiva que el Gobierno observa con recelo. En las horas previas al acto en Plaza de Mayo, fuerzas de Gendarmería realizaron exhaustivos operativos de control en rutas, estaciones de tren y accesos a la Ciudad, deteniendo colectivos, micros de larga distancia e incluso vehículos particulares para pedir documentación e interrogar a sus ocupantes.
Entre las imágenes que circularon durante la mañana se destacan escenas insólitas: efectivos requisando un colectivo escolares que se dirigía al Planetario, y operativos en la estación Constitución donde se identificó a trabajadores que simplemente ingresaban al subte. Las indicaciones para filmar y tomar patente de los patrulleros se multiplicaron entre los militantes a partir de denuncias previas, como la que difundió Malena Galmarini el martes.
Este despliegue se inscribe en un marco institucional que empieza a mostrar sus efectos. Ayer, el Gobierno nacional oficializó por decreto la creación del Departamento Federal de Investigaciones (DFI), un nuevo organismo dentro de la PFA como amplias facultades para intervenir sin orden judicial en espacios digitales, realizar inteligencia criminal preventiva y detener personas en situación sospechosa si no pueden acreditar su identidad.
“Este no es un simple cambio de nombre ni un rebranding. Es una transformación profunda”, dijo Milei durante el acto de presentación. Bullrich, por su parte, afirmó que la PFA será “una fuerza que investigue a fondo y que no deje que los delincuentes caminen tranquilos”.
Mientras el Gobierno baja un discurso de “orden y combate al crimen”, el despliegue de las fuerzas federales y la detención de manifestantes elevan la preocupación de sectores políticos y de derechos humanos sobre el creciente margen de discrecionalidad que ya empieza a ejercer el aparato estatal. Porque si bien es cierto que el hombre insultó y llegó a decir “te vamos a Matar, Milei”, es el mismo Gobierno libertario, que baja un mensaje sistemático de violencia institucional contra cualquier pensamiento disidente, el que decidió convertir una exclamación sin consecuencias en una detención ejemplificadora.

