Luego de anunciar el paquete de medidas económicas para enfrentar la crisis y fomentar el consumo, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, se reunirá con dirigentes gremiales para intentar acercar un poco más las posiciones en un año electoral.
Así las cosas, la mandataria bonaerense almorzará con los “herederos” de Gerónimo Venegas: el titular de la UATRE, Ramón Ayala, y con el conductor de las 62 Organizaciones Peronistas, Horacio Valdez, entre otros.
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Cabe recordar que tras la muerte del “Momo”, quien conducía ambas organizaciones además del Partido Fe,, Ayala se quedó con el sindicato de los estibadores y empleados rurales, y Valdez con las 62, a la vez que el FE, a nivel nacional es conducido por el diputado nacional Pablo Ansaloni y a nivel provincial por Jorge Pirotta.
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El gremio de maquinistas ratificó la continuidad de la protesta tras dos reuniones fallidas con el Gobierno y crece el malestar entre pasajeros.
La primera reunión fue el 21 de diciembre de 2018, cuando Vidal cenó en una parrilla de Caballito con una decena de líderes sindicales. De aquel conclave participaron además el Jefe de Gabinete, Federico Salvai, el ministro de Trabajo, Marcelo Villegas y los sindicalistas José Luis Lingeri de Obras Sanitarias, Carlos Acuña de Estaciones de Servicio, Guillermo Mosser de Luz y Fuerza, Juan Carlos Schmidt de Dragado y Balizamiento, Jorge Sola de Seguros), Agustín Amicone de Calzado, Juan Pablo Brey de Aeronavegantes y Carlos Frigerio de Cerveceros.
Hace dos días fue el precandidato presidencial, Daniel Scioli, quien formó parte de un encuentro con dirigentes gremiales de las 62 Organizaciones Peronistas en la sede del Sindicato del Vidrio, donde disertó sobre las propuestas que trae para resolver los problemas del país y apuntó duramente contra el Gobierno en lo que fue un claro gesto de cara a las elecciones.
En busca del apoyo de los gremios, el ex gobernador dijo: “Qué hubiese sido de la vida de los trabajadores si a la mayoría de las organizaciones sindicales no hubiesen salido a la calle a defender a sus trabajadores en estos años”, y siguió: “El Gobierno hizo la más dura reforma laboral, que ha sido bajar los salarios en un 50 por ciento en dólares con respecto a 2015 y haber aumentado la desocupación”.
En este sentido, agregó: “Hablamos de los problemas que tiene la clase trabajadora, con la caída de la actividad industrial y del consumo, la pérdida de puestos de trabajo, los cierres de empresas y comercios y cómo les cuesta llegar a fin de mes. Horacio (Valdez) me contó el caso emblemático del cierre de seis empresas del sector del vidrio, cinco de las cuales cerraron por los tarifazos”.
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