Javier Milei y sus recetas ultraliberales dejarían un tendal de pueblos a la deriva por falta de conectividad, tal como él mismo lo explicó al ser consultado por la puesta en marcha de rutas en caso de que el sector privado no quisiera hacerlas. Pero en la Provincia de Buenos Aires, se podría aplicar una fórmula para evitarlo: respetar la Constitución Nacional.
El candidato presidencial libertario fue consultado sobre la posible respuesta de su gobierno a la necesidad de un pueblo de tener una ruta que lo conecte con una ciudad cabecera y las opciones para construirla si es que la obra no resulta atractiva para el mercado.
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“Si no es rentable para el mercado, entonces no es deseable socialmente”, respondió el candidato de La Libertad Avanza, con una premisa que borra de un plumazo el rol social del estado como garante de la igualdad de oportunidades y pondría a las pequeñas comunidades al borde de la desaparición.
En diálogo con Infocielo, el referente de la Asociación para el Reconocimiento de Nuevos Municipios, Patricio Pro, señaló al respecto que en la Provincia “no hay autonomía municipal y muchas de las obras están a cargo de la administración provincial en casos de educación, salud, tierras; los municipios están muy limitados a la hora de encarar cosas como esas”.
“El gran problema de no tener autonomía municipal es que esto que dice Milei es algo que puede llegar a incidir mucho en la vida de una localidad, pero si hubiera autonomía municipal y poder autogobernarlos, el presidente de la Nación puede tener opiniones, pero no la injerencia para desactivar lo que el intendente quiera hacer”, sostuvo el referente, quien puso como ejemplo el caso cordobés, donde la autonomía municipal está garantizada.
En ese plano, quedó claro que el “antídoto” para combatir esas ideas de Milei, sería “respetar la Constitución Nacional, que habla de esto y en la Provincia de Buenos Aires no se cumple, por eso siempre está a la merced de la decisión de cada gobierno de turno; así tenemos un federalismo tan raquítico, donde el intendente depende de un poder mayor”.
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La promesa de un mercado que hará lo que nunca hace
Semanas atrás, el gobernador Axel Kicillof desarmó el argumento sobre el rol omnipresente del mercado. “La derecha promete que el mercado hará lo que hoy no hace y nadie les prohibió”, dijo al presentar una serie de medidas para el sistema de salud.
“El privado va donde hay plata y donde hay rentabilidad. No tengo ninguna crítica ni ninguna queja con esto. El problema es que la concentración urbana, demográfica y de la riqueza hace que esos lugares sean muy chiquititos”, planteó.
Así, ejemplificó con la provincia de Buenos Aires: “En prácticamente 100 municipios –de 135– el único efector de salud es el Estado, aunque nadie le prohibió a un empresario que ponga una clínica privada, por ejemplo en un municipio de 10.000 habitantes del interior”, graficó
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