En su enésimo embate contra periodistas que no le gustan crítica, el presidente Javier Milei lanzó otro ataque contra la prensa y determinados medios de comunicación, esta vez apuntando a los reconocidos conductores María O’Donnell, Andy Kusnetzoff, Matías Martin y Sofía Martínez.
En una más de sus innumerables ofensivas, esta vez Javier Milei criticó a los profesionales de la comunicación por su cobertura de la Copa América 2024 en Estados Unidos, avivando nuevamente la tensión con el periodismo.
Lo más notable es que ahora, las críticas no respondieron a un cuestionamiento específico de sus atacados contra su gestión, sino a la simple presencia de tales periodistas en el evento deportivo.
USA UNA CUENTA TROLL
Milei utilizó su plataforma en la red social X para compartir un mensaje de una cuenta troll afín a su gobierno, en la cual se cuestionaba la “objetividad” y los gastos personales de los periodistas mencionados. “Aquí tenés críticos objetivos. Fijate de quién inexplicablemente hablan bien y descubrirás todo un mundo nuevo…”, reposteó el mandatario, citando al usuario @MiltonFriedom5.
Este tipo de ataques personales se están convirtiendo en una estrategia recurrente del presidente para deslegitimar a quienes “osan” pensar diferente a él, y para habilitar a su ejército de trolls a horadar a quienes no les gustan por sus ideas.
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El posteo original acusaba a los periodistas de ser “capitalistas con la suya y socialistas con la ajena”, un argumento que intenta socavar la credibilidad de los comunicadores al insinuar una doble moral en su proceder. Sin embargo, este tipo de retórica no hace más que reforzar la percepción de un régimen que busca coartar la libertad de expresión, atacando personalmente a quienes ejercen su derecho a la crítica.
CRITICÓ LOS GASTOS POR IR A LA COPA AMÉRICA
Los periodistas de Urbana Play se encontraban en el Hard Rock Stadium cubriendo el partido entre Argentina y Perú cuando surgió la polémica. En lugar de centrarse en la importancia del evento deportivo y en la labor periodística que estaban realizando, Milei optó por desviar la atención hacia una cuestión de carácter personal y económica, buscando minar la reputación de estos profesionales.
La presidenta del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), Paula Moreno, ya denunció agresiones y lamentó los permanentes ataques. “No recuerdo un presidente encabezando tal hostilidad contra el periodismo”, afirmó Moreno.
Sus palabras subrayan un clima de creciente hostilidad hacia la prensa, que se intensificó desde que FOPEA cuestionó la iniciativa de matriculación obligatoria para periodistas, una medida que finalmente fue desactivada.
Lejos de fomentar un diálogo constructivo, el presidente opta por la descalificación y el ataque ad hominem, buscando silenciar voces críticas y consolidar una narrativa única y favorable a su gestión.
LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN “DE BOQUILLA”
La libertad de prensa, ese pilar fundamental de cualquier democracia (levantado como bandera por los “republicanos de cartón“, muchos de los que ahora se llaman a silencio), y los embates constantes contra los periodistas no solo socavan esa proclamada libertad, sino que también envían un mensaje preocupante sobre el estado de la pluralidad de opiniones en el país. La crítica y el cuestionamiento son esenciales para una sociedad saludable y democrática. Descalificar a periodistas por su labor, o por su presencia en eventos que, por cierto, forman parte de su cobertura profesional, es un indicio alarmante de una tendencia autoritaria que amenaza con silenciar voces disidentes.
En una democracia robusta, los periodistas deben poder ejercer su trabajo sin miedo a represalias personales. El derecho a la crítica es fundamental, y cualquier intento de limitarlo, más allá de la retórica que se utilice, debe ser visto con preocupación y denunciado con firmeza. El ataque del presidente Javier Milei a O’Donnell, Kusnetzoff, Martin y Martínez es solo un capítulo más en una larga lista de agresiones que ponen en tela de juicio el compromiso del régimen con la libertad de expresión.
