En medio de la indignación y la preocupación por los delitos graves que tuvieron lugar en las últimas horas, entre ellos los crímenes de un policía y un joven de 17 años que iba a la escuela, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, apuntó al rol de la Justicia.
Es que, en el caso del joven de Quilmes asesinado, Lucas Cancino, los agentes de la policía bonaerense pudieron dar con los culpables, y al evaluarlos se aclaró que tenían graves antecedentes, pero habían sido liberados.
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“Uno de los pibes había estado detenido por robo y había sido liberado. Se necesita un poquito más de colaboración y de esfuerzo de la Justicia”, expresó Fernández.
En ese plano manifestó su “respeto” por lo que hizo la Policía de la provincia de Buenos Aires “porque en tiempo récord detuvo a los presuntos responsables, pero lo de la Justicia fue una locura”.
“Hay casos de homicidios culposos, no dolosos, cosas muy particulares en donde a lo mejor no se justifica la prisión preventiva, pero en robos, con semiplena prueba… colaboren un poquito”, solicitó el funcionario.
Asimismo, reconoció que “en situaciones tan particulares como las que vive nuestro país, las fuerzas de seguridad no dan abasto para estar en todos lados”.
Según detalló Fernández, la Policía Federal cuenta con 33 mil efectivos, que es “menos de la mitad de lo que tuvo toda la vida” y están “desparramados por todo el país”, a la vez que algo similar ocurre con Gendarmería.
“Mañana vamos a poner en funcionamiento un sistema en terminales y estaciones de trenes, que es el primer lugar que hemos tomado y así vamos a ir efecto por efecto, sino es imposible. No tenemos miles de millones de hombres y mujeres para poner en todos los barrios”, afirmó en el ingreso a su despacho en el Ministerio.
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