En un gesto de dudoso alcance político, el gobierno nacional decidió nombrar un ministro del Interior, con el objetivo de abrir el diálogo con gobernadores. No todos, sólo los afines, de acuerdo a lo anunciado por el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, desde la red social Twitter.
El elegido no es otro que el actual Secretario del Interior, Lisandro Catalán, es decir el hombre tenía asignada la tarea previamente pero que ahora la desarrollará con rango ministerial. Un Catalán mejor remunerado tendrá la misión de encontrar consensos para “implementar las reformas estructurales en las que hemos trabajado”.
En Provincia de Buenos Aires la novedad se tomó prácticamente para la chacota. El meme de Catalán-secretario-de-Intertior versus Catalán-Ministro-del-Interior circuló por los grupos de Whatsapp a la velocidad del rayo. En Calle 6 no hay expectativa de que la relación con Rosada mejore sustancialmente.

“Una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre”, bromeó una fuente del Gobierno provincial ante la consulta de INFOCIELO. También explicó que Catalán es hoy el interlocutor oficial entre ambas administraciones, y que tiene “poco margen de maniobra en las decisiones de Milei o de Caputo”.
Nadie espera, entonces, que Catalán logre destrabar los casi 12 billones de pesos que Nación le debe a la Provincia a partir de fondos retenidos indebidamente. Tampoco de que traspase obras públicas estratégicas, frenadas por decisión de Javier Milei, que Buenos Aires quiere continuar y que requieren de un traspaso formal.
Funcionario casta y todoterreno
Catalán nació en Tucumán, tiene 54 años y toda una trayectoria dentro del Estado. En la Provincia de Buenos Aires, se desempeñó junto a Guillermo Francos dentro del Grupo Provincia. De esa época datan, según detalló una investigación de Perfil, una serie de 25 facturas por montos cercanos a 3 mil dólares, que Provincia Seguros le pagó a Javier Milei.
Los pagos están fechados en 2013 y correspondían a charlas sobre economía que Javier Milei daba -o debía dar. Las sospechas versan en torno a que en realidad se le pagaba al Presidente para que aporte ideas de políticas públicas de corte liberal para la campaña de Daniel Scioli.
En todo caso, la designación de Catalán le da vigencia a tortuoso hilo rojo que ata al Presidente con el exgobernador bonaerense.