“El drama de la toma de tierras dejó al desnudo la cruda realidad que atraviesan miles de familias argentinas jaqueadas por la falta de hábitat. Las insuficiencias estructurales de las viviendas, junto a las condiciones de hacinamiento, representan una problemática social que hoy, a la luz de los devastadores efectos de la pandemia, ha quedado aún más expuesta y requiere ser atendida de manera urgente y prioritaria”, argumentaron desde la casa de estudios.
El primer prototipo ya está casi listo y se erige en el predio de la Estación Experimental Julio Hirschhörn, en avenida 66 y 167 y 173 de Los Hornos, en las instalaciones del flamante Centro Tecnológico de la Madera de la Universidad. “Nuestro objetivo es que ante una problemática que requiere atención urgente, como puede ser una inundación, la necesidad de reubicación, o un incendio, las familias tengan rápido acceso a una vivienda digna y segura para habitar”, explicó el presidente de la UNLP, Fernando Tauber.
Las SHE se construyen sobre pilotes de cemento, lo que permite mantener la estructura elevada sobre el nivel del suelo. “Una característica de vital importancia en zonas de terrenos húmedos o anegadizos”, detallaron los responsables del proyecto, y aseguraron que la simpleza del método constructivo es tal que una vivienda base de 30 metros cuadrados puede levantarse en apenas una semana y ser ampliada de acuerdo a las necesidades.
Según adelantó Tauber, la universidad iniciará gestiones con el Estado Nacional y Provincial para llevar el proyecto de las viviendas de madera a gran escala. “Son cientos de miles las familias argentinas que hoy sufren por no tener un techo digno y, frente a esa realidad, la Universidad no puede hacerse la distraída”, sostuvo.
Las viviendas de madera de la UNLP se construyen sobre pilotes
Además de estar construidas sobre pilotes, las casas cuentan con doble piso para mantener alejada la humedad. Las paredes de madera y el techo también son dobles e incluyen una capa de material aislante térmico elaborado a partir de una mezcla de telgopor triturado con una mínima proporción de cemento. A su vez, tienen un colector solar térmico que garantiza la provisión de agua caliente tanto en la cocina como en el baño durante las 24 horas del día.
Según detalló el arquitecto Gustavo San Juan, director del IIPAC, las viviendas de la UNLP se resuelven a partir de construcción en seco tradicional, racionalizada y materializada en su totalidad en madera. Se conforman a partir de una “estructura espacial” de vigas de madera denominados “anillos”, con una modulación general de 1,22 por 2,44 metros, en función de los materiales de cerramiento (placas de OSB), que permiten una rápida construcción en taller a partir de la sistematización y parametrización de componentes repetibles de construcción en serie.
“De este modo se puede contar con un stock de componentes para acudir rápidamente a la emergencia que lo requiera, con rápido armado in situ. Además, se disminuyen los desechos de construcción, con máxima economía en materiales y adecuadas condiciones ambientales y de seguridad de trabajo para los operarios”, detalló San Juan. Asimismo, la instalación eléctrica respeta los más altos estándares de seguridad, sin cables ni caños a la vista y con disyuntor para evitar accidentes domésticos.
El armado de los componentes que conforman la SHE, así como los muebles que se definan necesarios, se realizará en el Centro de la Madera de la UNLP, bajo la supervisión de su equipo responsable y del equipo del IIPAC, y a partir de la incorporación de cooperativas de trabajo de diferentes organizaciones, en acuerdo con el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad.
El montaje en territorio, en tanto, estará a cargo de cooperativas o de las propias organizaciones. En todos los casos contarán con el acompañamiento técnico de los equipos de la Subsecretaría de Hábitat de la Comunidad y de la UNLP, y se buscará que cuenten con un ingreso acorde a la tarea que desempeñan, a partir de la articulación con el Programa Nacional “Potenciar Trabajo”.
“La idea es cogestionar la construcción de las viviendas con la Subsecretaría de Hábitat del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires. El organismo empezó a evaluar la implementación de este prototipo como modelo de vivienda de emergencia social que la Provincia pueda promover como respuesta ante situaciones de relocalización, de incendio, de inundación u otras situaciones que se van presentando en los municipios y que podrían ser abordadas a partir de la producción en serie de estas casas”, explicó Inés Iglesias, prosecretaria de Extensión Universitaria y titular del Consejo Social de la UNLP.
Y concluyó: “El Organismo Provincial de Integración Socio Urbana de la Provincia de Buenos Aires también está interesado en este proyecto, de igual manera que el RENABAP (Registro Nacional de Barrios Populares). Nuestra intención es trabajar también con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, que tiene a su cargo la urbanización de los barrios populares que están en este registro”.