Un grave episodio de violencia se registró en Mar del Plata luego de que la supuesta casa de la familia de un menor fuera incendiada por un grupo de personas tras ser acusado de haber abusado de dos compañeritas dentro de una escuela primaria.
El hecho ocurrió en la Escuela Primaria N°21 del barrio Jorge Newbery y derivó en la suspensión total de las clases durante la jornada de este miércoles.

De acuerdo con la denuncia presentada por la madre de una alumna, el niño, de alrededor de 10 años (otros hablan de 13 años de edad), se habría escapado del aula durante el recreo y habría manoseado a dos nenas de primer grado.
La situación fue reportada inmediatamente a las autoridades educativas, que dieron intervención a la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil N°1, a cargo de la fiscal Mariana Baqueiro, junto a la Asesoría de Menores e Incapaces y al Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos del Niño.
El caso generó una fuerte conmoción en la comunidad educativa y en el barrio. Durante la tarde del martes, un grupo de padres y vecinos se concentró frente al establecimiento y luego se trasladó hasta la vivienda donde residiría el menor señalado, ubicada en la zona oeste de la ciudad. Allí, y en medio de la tensión, la casa fue incendiada. Las llamas destruyeron gran parte de la propiedad antes de que los bomberos lograran controlarlas.
La policía bonaerense intervino para dispersar a los manifestantes y preservar la integridad de la familia del menor, que debió ser resguardada en otro domicilio. No se registraron heridos, pero sí importantes daños materiales. Hasta el momento, no hay personas detenidas por el incendio, aunque se inició una investigación judicial por los destrozos.
Suspensión de clases y pedido de calma
Ante la magnitud del conflicto, el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA), seccional General Pueyrredón, anunció un paro de 24 horas bajo la consigna “No a la violencia en las escuelas”.
La medida abarca a todos los establecimientos del distrito y busca, según comunicaron, “reafirmar la necesidad de que los conflictos se resuelvan dentro de los marcos institucionales y sin exponer a los niños ni a la comunidad”.
Fuentes judiciales señalaron que, por su edad, el menor acusado no es punible penalmente y que el caso continuará bajo intervención del sistema de protección de derechos de la niñez. En tanto, desde la escuela se trabaja en la contención de las familias involucradas y en el restablecimiento de la actividad escolar, que permaneció suspendida en medio de un clima de alta tensión.
El hecho generó gran repercusión en Mar del Plata y abrió un debate sobre cómo abordar situaciones de violencia infantil dentro de las instituciones educativas, sin derivar en reacciones colectivas que agraven el conflicto.

