El nombre de Pablo Cuchán vuelve a ocupar las portadas de los diarios de Bahía Blanca luego de que el juez Gabriel Giuliani lo condene a 3 años de prisión por ejercer violencia de género. El femicida había pasado 17 años preso entre 2004 y 2021, condenado por asesinar, descuartizar y quemar a su ex pareja, Luciana Moretti, de tan solo 15 años.
Como había contado INFOCIELO, Cuchán fue detenido en abril del año pasado en la localidad de Monte Hermoso, luego de que una mujer de 44 años lo denunciara por meterse a su domicilio a la fuerza, golpearla, ahorcarla y amenazarla. Luego se conoció que la víctima había sido pareja del femicida.
La condena a tres años de prisión llega luego de un extenso prontuario, además del femicidio de Moretti. Es que para 2017 Cuchán había obtenido la libertad condicional y se radicó en Monte Hermoso. Allí se puso en pareja con una empleada municipal quien también lo denunció por violencia de género. Pese a que aún pesaba sobre él la condena por homicidio doloso agravado por el vínculo -en ese momento no existían los delitos contra la mujer-, la impericia y lentitud judicial hizo que mantenga el beneficio de la libertad condicional.
Dos años más tarde, en 2019, volvió a atacar a una mujer, que se arrojó del auto en movimiento para evitar ser abusada por él. La policía lo detuvo y, como se negó a ser sometido a los controles de alcoholemia y toxicológicos, y tras el segundo ataque en calidad de libertad condicional, le revocaron el beneficio del arresto domiciliario.
Pero otros dos años después, en octubre de 2021, el femicida cumplió su condena y quedó formalmente en libertad. Hasta abril del año pasado, cuando fue denunciado nuevamente y le abrieron una causa por violencia de género, lesiones leves agravadas por el vínculo y amenazas que investigó el fiscal Marcelo Romero Jardin.
A veinte años del femicidio de Luciana Moretti, y a menos de tres años de haber quedado en libertad, Pablo Cuchán volverá a prisión por violentar a una mujer. Pese a que su prontuario lo hace parecer irrecuperable, el juez le impuso como parte de la pena, la “realización de un tratamiento psicológico para que mejore su relación con el sexo opuesto”.


