“Nuestro objetivo es jugar la Copa Libertadores del año que viene”. Sin rodeos, Eduardo Domínguez puso claridad al tormentoso momento que vive Estudiantes. Claro que después de aquella declaración post victoria ante Independiente Rivadavia, armó un equipo insólito que perdió feo en Santiago del Estero.
Ese famoso objetivo de estar en la Copa 2026 hoy depende de dos cosas: que el equipo meta un sprint final inolvidable y descontar, en promedio, 12 puntos a River, Boca o Central, con varios equipos en el medio, o que salga campeón del Torneo Clausura o la Copa Libertadores. Difícil, ¿no?
Sucede que el Pincha perdió y, además de bajar en la tabla clasificatoria para los Playoffs, también perdió terreno en la que clasifica a los equipos a torneos internacionales. Si ganaba, se metía en zona de Sudamericana, pero la derrota lo deja otra vez afuera.

La Libertadores 2026, un objetivo cada vez más lejano
Para la Copa ya está clasificado Platense, que fue campeón en la primera mitad del año. Este domingo ganaron River (a San Martín de San Juan 2 a 0) y Boca (por el mismo resultado a Aldosivi en Mar del Plata) y tienen 46 y 45 puntos respectivamente.
Central empataba 0 a 0 ante Sarmiento cuando el partido se suspendió por un diluvio y se quedó con 45, pero tiene un encuentro por completar. Y Argentinos Juniors, que perdió en Mendoza con Independiente Rivadavia se quedó con 41. Es decir que, en el mejor de los casos, el equipo de Domínguez debería descontar 12 puntos en nueve fechas con más de una decena de equipos en el medio.

A priori el ingreso por la tabla anual asoma como sumamente difícil, aunque en el fútbol todo puede pasar. Probablemente pueda abrirse un cupo más, dependiendo de cómo se den los campeones del año y allí podría surgir una alternativa distinta.
Pero más allá de ello, todo hace pensar que el Pincha podrá, si es que mejora, aspirar a jugar Sudamericana. A menos que meta flor de batacazo y termine coronándose en el torneo local o la Copa Libertadores.