El 3 de noviembre de 1996 será recordado por siempre por la familia del fútbol. Ese día fue la única vez que los dos técnicos campeones del mundo con la Selección Nacional median sus fuerzas con equipos locales. Carlos Bilardo dirgía un convulsionado Boca mientras que César Luis Menotti estaba a cargo de Independiente.
En el medio de un clima de total tensión, y atravezado por una batalla mediática que se había desatado con el sólo sorteo del fixture, estaba Diego Fernando Latorre que era el único refuerzo de Boca que había llegado por expreso pedido del entonces presidente del club: Mauricio Macri
Según Gambetita la relación era cordial, respetuosa pero él se sentía más identificado con el estilo de Menotti y eso lo que , al día d hoy lo hace arrepentirse de haberle hecho caso al Narigón: “Bilardo no nos permitía cambiar las camisetas. Y esa tarde no nos permitió tampoco saludar a Menotti. Todos sabían que yo no tenía mucha afinidad con el Narigón. Era más menottista. Y no lo fui a saludar (a Menotti) por orden de Bilardo, traté de respetar lo que quería. Y me arrepiento. De eso verdaderamente me arrepiento. Yo lo tendría que haber ido a saludar al Flaco. Me parece que son cuestiones aleatorias que no hacen al compromiso de un jugador con el equipo: vos podés tener coincidencias o diferencias, pero cambiar las camisetas, ir a saludar a un compañero, a un técnico, a un rival, no te hace mejor ni peor persona. No me parece que pasen las cosas por ahí. Es tóxico todo eso. No aporta nada”, explicó en Bien Argento
“Estaba todo muy tenso. Había un enfrentamiento histórico entre los dos técnicos y nosotros (los jugadores) fuimos un poco el jamón del sandwich ese, estábamos en el medio de la disputa. No fue grato”, aseguró el ahora comentarista. Consultado por Borsa si era cierta la anécdota que dice que le pidió a un rival que los golearan así se iba Bilardo prefirió responder con una mueca pero agregó:”No puedo decir nada de eso, son cosas que quedan en la cancha”.