Se ganó un lugar. Se ganó el respeto de sus compañeros. Se ganó la consideración del entrenador. Y también, a la gente. Con apenas 20 años y seis partidos en Primera, Mikel Amondarain se convirtió en titular del equipo y también en una de sus figuras. Y tras un partido que lo tuvo otra vez entre los mejores, el pibe dejó un emotivo mensaje.
Hablando con el canal que transmitió el partido, Mikel pidió la chance de poder mandar un saludo. Y ahí, su voz se quebró: “Dejame mandar saludos a mi familia, que está siempre y hoy que es el cumple de mi papá, que está en el Cielo, va para él”, dijo el volante.
Sin dudas, un momento particular para el pibe, en un día muy especial, ya que su papá, Domingo Amondarain, falleció cuando él tenía seis años a causa de un trágico accidente. Pero sin dudas, está presente en el volante, que no dudó en recordarlo tras otro partidazo en el Pincha.
Luego, Amondarain habló de su gran momento, acaso inesperado hace dos meses atrás. De hecho, fue ovacionado por la gente en UNO. “La ovación no me la esperaba, pero bienvenido sea. Estoy viviendo un sueño, se me está dando rápido pero lo vivo con tranquilidad”, aseguró en declaraciones a TNT Sports.
El cruce contra Flamengo, en su cabeza
Más allá de que va paso a paso, Amondarain viene de ser titular contra Cerro Porteño, en la clasificación del equipo en la Libertadores. Fue su primera vez de titular en la Copa y ahora sueña con poder estar presente en los cuartos de ida, en el Marcaná.
“Estuve pensando un poco en ese partido, jugar en ese estadio emblemático es un sueño, estoy muy contento”, aseguró Amondarain, el pibe que conmovió a los hinchas de Estudiantes con su juego y también con sus palabras.