Con 27 años y con pasos salientes por España, Italia y la Selección de República Checa, el futbolista Jakub Jankto decidió combatir los tabués y anunciar su homosexualidad con la ilusión de “no tener que esconderse más”. El jugador que pertenece al Getafe y que fue compañero en Udinese de Rodrigo De Paul, tomó la postura de hablar sobre decisiones personales en un paso más hacia la búsqueda de igualdad y visibilidad.
El volante que tiene casi 50 partidos con su Selección dijo: “Como todos, tengo mis fortalezas. Tengo mis debilidades. Tengo una familia. Tengo mis amigos. Tengo un trabajo, que llevo haciendo lo mejor que puedo desde hace años, con seriedad, profesionalidad y pasión. Como todos, también quiero vivir mi vida en libertad. Sin miedos. Sin prejuicios. Sin violencia. Pero con amor. Soy homosexual y no quiero esconderme más”.
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“Soy futbolista y soy gay”: la declaración que no debería ser noticia
Jankto está a préstamo en el Sporting Praga ya que su pase sigue perteneciendo a Getafe, club al que llegó tras una inversión 6 millones de euros luego de una carrera que se había desarrollado integramente en Italia donde militó desde 2015 en el Ascoli (en segunda división), Udinese y Sampdoria.
La decisión de Jankto es histórica ya que se trata del primer jugador que pasó por la La Liga y declará su homosexualidad. Vale recordar que el año pasado quien tomó la iniciativa en un ambiente como el fútbol donde siquiera la posibilidad de ser gay siempre se sentenció, apuntó y estigmatizó fue el australiano Joshua Cavallo.
En febrero del año pasado Cavallo recibió un unánime apoyo por parte del mundo del deporte tras hablar sobre su homosexualidad. El atacante decidió romper los tabúes y dijo “estar listo” para dar su testimonio en un ambiente donde la homosexualidad no sólo se oculta sino que, sistemáticamente, se violenta. El fútbol – y el deporte en general – ha tenido cientos de casos que se conocieron después del retiro y nunca se ha tenido lo que ha significado dicha carga para los protagonistas que han tenido que cargar con una decisión personal cuál si fuera una falta a ocultar.
