Francia dio la nota ayer en Marsella y eliminó al campeón del mundo de la Eurocopa, para convertirse en el segundo finalista y dar un paso más hacia su sueño de volver a ganar el torneo ante su gente como lo hizo en 1984.
Justamente esa es la última vez en la que el anfitrión pudo festejar en la Euro, ya que en las siete ediciones posteriores quien ofició de local en el máximo certamen europeo terminó quedando siempre en el camino.
En 1988 el local fue Alemania, pero cayó en Semis frente a Holanda, mientras que en 1992 y 1996 el torneo se disputó en Suecia e Inglaterra, que también llegaron a Semifinales pero no pudieron justamente con los teutones.
En el 2000 hubo sede compartida, y si bien Bélgica cayó en fase de grupos, Holanda volvió a meter al anfitrión en Semis, cayendo ante Italia. En 2004 la Copa se trasladó a Portugal, que fue el que estuvo más cerca pero cayó con Grecia en la final.
Finalmente en 2008 y 2012 volvieron las sedes compartidas, pero ni Austria ni Suiza en la edición N° 13 ni Polonia ni Ucrania en la N° 14 consiguieron avanzar siquiera a Cuartos de Final. Ahora Francia buscará cortar el maleficio.