El 13 de mayo de 1995 el mundo Estudiantes festejó el ascenso a Primera División por el empate de Rafaela, y para Miguel Ángel Russo sin duda se debe haber sentido como una misión cumplida. En diálogo con CIELOSPORTS dejó su recuerdo sobre aquella campaña.
“Yo creo que es algo importante dentro de la historia de Estudiantes, dentro de todo el dolor que significó perder la categoría. Hoy toca ver el final, pero el comienzo de esa historia se vislumbraba algo distinto”, resaltó quien es en este 2020 el DT del Boca campeón.
En este sentido destacó lo que representó asumir en el momento en el que lo hicieron: “Fue reencontrarse con cosas que se habían hecho mal y que terminaron en el descenso. Así es la gente de Estudiantes, vuelve a sus formas y renace. Eso marcó un antes y un después ”.
MANOS A LA OBRA
“ Cuando vos te vas al descenso, la gente prende fuego todo. Acá, en Estudiantes pasó lo contrario. En pocos días se dio vuelta esa situación y eso es siempre lo que resalto que describe lo que es Estudiantes”, reconoció, y destacó el trabajo de todos.
Sobre su llegada recordó: “Yo había ido con Eduardo (Manera) a ver a (José María) Buljubacich que jugaba en la Reserva de Central. Estábamos en la cancha de River el día que Estudiantes jugó con Lanús. Eduardo se perdió por Buenos Aires. Ahí arrancamos a hablar”.
“Al otro día, la misma gente que participaba con nosotros, desde la dirigencia y gente muy identificada con el club, me decían que no podía ser y que Estudiantes era otra cosa. Así arranco, con charlas de la nada ”, continuó con su relato.
La figura de Manera, su compañero de dupla, fue especial: “Cuando nos quisimos dar cuenta estábamos dentro del club y había que trabajar. Eduardo tuvo mucho que ver porque el club estaba mal y había que ordenarlo. Todo funcionó de una forma muy rápida”.
EL EQUIPO Y LA HINCHADA
“En ese campeonato el equipo hacía diferencia y su gente también. Teníamos que ir a otras canchas porque reventaban los estadios rivales y eso te llevaba a un nivel superlativo”, recordó sobre el desempeño del plantel, pero también del hincha.
En este sentido volvió a ponderar el rol que ejerció Manera, con su espalda y su experiencia, y valoró también el sentido de pertenencia: “Eduardo invitó a la gente a la cancha y reventaron las tribunas, eso ocurre solo en Estudiantes por el ADN del club ”.
“El partido más complicado fue en el momento que teníamos que definir el ascenso y olvidarnos la Copa que jugábamos. Justo nos tocaban Colón y Quilmes. Estudiantes y las Copas son especiales pero lo importante era volver a Primera ”, dijo por último.