Cuando se habla de Carlos Bilardo las imรกgenes se disparan solas. Se disparan y se multiplican tanto que, en esa ramificaciรณn, se vislumbra lo inabarcable de su figura. Es imposible contar a Bilardo en un puรฑado de lรญneas, en un compendio de anรฉcdotas. Para quienes aman el fรบtbol deberรญa haber una enciclopedia sobre su camino. Bilardo deberรญa tener varios tomos para ser comprendido, pero sobre todo para ser interpretado y desde ese lugar -sacando cualquier diferencia ideolรณgica o de formas- poder sacar lo mejor de un adelantado a la รฉpoca. Ese pibe nacido en La Paternal que fue a la cima del fรบtbol ida y vuelta como jugador y como tรฉcnico, esa leyenda que hoy es arropada por los suyos en la intimidad de su hogar, tiene hoy la primera copa con su nombre em juego y la disputarรกn dos clubes fundamentales en su historia: San Lorenzo y Estudiantes.
Es que hoy cuando desde las 21.45 cuervos y pinchas se midan en el estadio Luis Franzini de Montevideo, la imagen de Carlos Bilardo volverรก a instalarse en el corazรณn popular. Mientras su familia lo cuida de las noticias de las pรฉrdidas que desconoce por su delicado estado, la gente no deja de enviarle amor en la forma que sea y hoy no serรก la excepciรณn. Mucho menos para Estudiantes, que sabe que no puede dejar escapar una Copa que lleve el nombre de su รญdolo.
Lo que muchos no saben es que el pasado como futbolista del tรฉcnico que disputรณ los 14 partidos de los mundiales que jugรณ, comenzรณ en Boedo. Comenzรณ cuando el padre de Bilardo se cruzรณ con una gloria de San Lorenzo como Renรฉ Pontoni que no querรญa probarlo en San Lorenzo con sus 12 aรฑos. El propio Narigรณn hablarรญa muchas veces de la importancia de su padre en el inicio de su carrera: โSi รฉl no hubiese insistido, yo no hubiese peleado โ, contรณ en el homenaje que Radio Nacional le hizo hace unos aรฑos. โ Yo trato bien a todos los pibes porque me doliรณ cรณmo me trataron โ, recordรณ el doctor campeรณn sobre ese inicio difรญcil que terminรณ siendo la gรฉnesis de una historia de gloria.
Dos aรฑos en San Lorenzo – formando parte del plantel campeรณn del 59ยด- y un paso posterior por Deportivo Espaรฑol (1961-1965) fueron la antesala a la expresiรณn mรกs impactante del Bilardo jugador. Su llegada a Estudiantes no sรณlo cambiarรญa su destino y el del club sino el de la historia del fรบtbol argentino. Como no puede ser de otra manera, el arribo de Carlos Salvador se dio de una manera increรญble y la historia fue contada por un protagonista tan desconocido para el pรบblico en general como clave para la leyenda del Narigรณn: Roberto Cicora.
โEn el aรฑo ยด65 llega Zubeldรญa a Estudiantes. Transcurre que todo el plantel de esa tercera pasa al plantel profesional y Zubeldรญa en ese momento pide a Carlos Bilardo que estaba en Deportivo Espaรฑol, que pide un dinero, Estudiantes ofrece un trueque y la contra oferta fue otro dinero y mi pase โ, contรณ el protagonista de la historia en La Cielo en noviembre del 2020.
Lo que muchos no saben es que Cicora es fanรกtico de Estudiantes, al igual que toda su familia y dejar el club de sus amores fue un puรฑal al corazรณn despuรฉs de haber vivido la lucha por la permanencia en Primera con el equipo. Cicora estuvo en la mala y le tocaba partir, lo que supo despuรฉs es que ese trueque serรญa un quiebre en la historia del fรบtbol: โ Siempre digo, que como jugador de fรบtbol siento nostalgia de no haberme quedado, pero como hincha es un orgullo que Bilardo fue partรญcipe de lo que fuimos despuรฉs. El orgullo mรญo es haber agregado un poquito de arena para que Estudiantes sea lo que es โ.
Lo que vino despuรฉs para Bilardo, para Estudiantes y para el fรบtbol argentino y mundial es tan conocido como imposible de plasmar en un solo texto. El campeonato metropolitano de 1967 –el primer tรญtulo profesional obtenido por un equipo que no era ninguno de los cinco grandes-, el tricampeonato de la Copa Libertadores (1968, 1969 y 1970), la copa intercontinental ganada en Old Trafford al Manchester United (1968) y la Interamericana del 69ยดante el Toluca despuรฉs de tres partidos (victoria en el Azteca, caรญda en La Plata y goleada en el Centenario de Montevideo). Eso, todo eso, sรณlo como jugador. Todavรญa quedaba su camino como entrenador, pero esa es una historia que merece otro espacio,