Hablemos de radio pero primero contextualicemos. W.A.S.P es el acrónimo que se utiliza en Estados Unidos para referirse a Blanco (W de white), Anglo, Sajón, Protestante. Son las palabras que definen históricamente a aquellos que han tenido de manera persistente y preponderante el poder y la dominación en aquel país. Por supuesto y sin necesidad de decirlo, se refieren a personas del sexo masculino. Todos sus presidentes, salvo Obama por ser negro, Kennedy y ahora Biden, por ser católicos,( que no cumplen las características en su totalidad) han tenido ese patrón, como si pertenecieran a una Liga de presidentes.
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En Argentina ha nacido una nueva categoría: H.O.V.A (Hombres, operadores, veteranos, antikirchneristas).
Ese podría ser el titulo, pero decidieron llamarse La Liga. Es un programa en una emisora que supo ser la más importante del país en los años 70, y hoy, luego de muchas crisis que la tuvieron al borde del KnockOut sigue en pie, como una radio marginal dentro del mundo radiofónico porteño: LS5 Radio Rivadavia.
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Allí debutó este último jueves La Liga, un ciclo que llamó la atención sólo por ser un rejunte de hombres con características similares a las arriba mencionadas. Podría inventarse el acrónimo H.O.V.A específicamente para ellos, aunque no son los únicos. Todos cumplen los requisitos. González Oro, Feinmann, Castro, Carnota y Etchecopar, con sus sutiles diferencias, siempre fueron comunicadores a las órdenes de un mismo patrón. Y cuando aquí se usa la palabra patrón con minúscula, no significa una persona, ni un dueño, ni un jefe, ni una empresa, ni una corporación específica, sino un “patrón” de conducta, una línea que trasciende quien sea que les pague su salario. El patrón que los unifica siempre fue golpear, hablar, operar y hasta ayudar abiertamente para que no haya gobiernos populares en Argentina. Lograr que las minorías económicas, travestidas a veces en partidos políticos efímeros o coaliciónes vacilantes, consigan hacerse del poder para beneficio del verdadero Poder, que por supuesto es el poder económico concentrado: su único y real Patrón, y el que se escribe con mayúscula.
Las redes, en especial Twitter, reaccionaron, no tanto al programa de radio en cuestión, que de acuerdo a las mediciones de rating de esa jornada, poca gente escuchó, sino a la difusión que sus medios amigos, con el mismo patrón de conducta que ellos, le dieron en espacios destacados.
Las voces mayormente críticas a los comunicadores rejuntados por “La Liga” se hicieron un pic-nic de memes y frases alusivas a la historia y el presente de cada uno de “los 5 grandes del malhumor”.
Desde ya, y como era presvisible, las bananas, los sobres y los gorilas fueron invitados de honor a la gran Liga de cargadas e ironías.
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