La científica del CONICET Tamara Rubilar creó una industria que desarrolla suplementos dietarios basados en pigmentos bioactivos presentas en las huevas de erizos de mar. Conocé cómo surgió.
En diálogo con María Odonell, la bióloga contó que cuando su hijo nació no tenía ningún problema, sin embargo, las dificultades aparecieron cuando éste empezó a comer.
“Iba al baño con sangre, vomitaba sangre, se le daban toses constantes, tipo espasmos, y se brotaba la piel, pero de una manera que asustaba”, describió Rubilar.
La mujer contó que ya no sabían qué hacer y encontraron que el pequeño tenía una enfermedad autoinmune no definida, es decir que “su sistema inmunológico actua como no debería actuar”.
“Él tuvo la suerte de ser mi hijo, entonces yo agarré y puse todas mis habilidades científicas y toda mi energía en tratar de entender qué era lo que le pasaba”, contó la científica. Y fue así que en esa búsqueda Rubilar descubrió que los antioxidantes podían ayudar a bajarle la inflamación y que pudiera empezar a comer.
A partir de la ayuda de estudios y de colegas, Rubilar descubrió que la molécula que ayudaba a bajar la inflamación se encuentra en los erizos de mar.
ANMAT reitera que una de las cremas dentales de Colgate continúa prohibida: de cuál se trata
Luego de un gran número de eventos adversos reportados, ANMAT prohibió una de las cremas dentales de Colgate.
El producto desarrollado contiene una alta concentración de un pigmento con propiedades antioxidantes y funciona como antiinflamatorio y mejora el sistema inmune.
El primer camino de llegar al formato fármaco ocurrió en Rusia y en 2003 los mismos habían salido a la venta. Rubilar se puso en contacto con los investigadores y comenzó a generar el “juguito de erizo de mar” que hacía en su casa.
“Lo primero que hicimos fue ver si podíamos desarollar tecnología para obtener las moléculas sin tener que matar animales”, señaló Tamara Rubilar a Diagonales. De este modo, desarrollaron una biotecnología para cultivar los erizos de mar, hacer que estos erizos de mar acumulen las moléculas dentro de sus huevas. Trabajamos con protocolo de bienestar animal, sólo recogemos las huevas sin matar animales y con mil animales en planta generamos lo mismo que los rusos matando 1.400.000 animales”, completó.
