Un rescate que se transformó en meme se registró en un edificio de La Plata, y por milagro no terminó en tragedia. Un grupo de jóvenes que ‘salía de fiesta’, quedó encerrado en un ascensor: Eran 10 personas, cuando el máximo permitido del aparato era de 4.
Por fortuna, el elevador no se desplomó, pese a que superaban por más del doble el peso máximo autorizado de 300 kilos.
El caso de inconmensurable irresponsabilidad tuvo lugar en la madrugada del sábado, alrededor de las 2.30, en un edificio ubicado en calle 58 y 14, en la zona cercana al Centro Vasco.
Las imágenes del rescate a los jóvenes en el ascensor de un edificio en La Plata con exceso de peso
Al quedarse encerrados, milagrosamente en planta baja, no faltó quien se pusiera a gritar y a llorar. Informada la empresa de mantenimiento del ascensor, envió a un técnico, que con rapidez abrió la puerta y comenzó a salir una interminable fila de jóvenes.
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A diez años de que se instalaran los andenes provisorios. se inauguró el andén 2 de la estación Dario Santillán y Maximiliano Kosteki del Tren Roca.
LA PREVIA QUE CASI TERMINA EN TRAGEDIA
Todo comenzó como una típica noche de diversión. Diez amigos decidieron tomar el ascensor del edificio donde uno de ellos vivía tras hacer la famosa “previa“.
El objetivo tras subir a uno de los departamentos para comenzar ‘la fiesta’, era luego salir “de joda”.
Sin embargo, el exceso de peso hizo que el ascensor se detuviera apenas cerraron las puertas. Afortunadamente, el incidente ocurrió en planta baja, lo que evitó un desenlace mucho más dramático.
Mientras esperaban ser rescatados, algunos jóvenes comenzaron a entrar en pánico. Gritos, risas nerviosas y alguna que otra lágrima llenaron el reducido espacio del ascensor. El sofocante calor y la falta de aire contribuyeron a aumentar la tensión.
UN RESCATE EFICAZ
La empresa de mantenimiento del ascensor fue alertada de inmediato. Un técnico se presentó con bastante celeridad dado el horario de madrugada del llamado, y con habilidad y rapidez, logró abrir las puertas.
Lo que siguió fue digno de una escena de comedia: uno a uno, los jóvenes fueron saliendo del ascensor, con expresiones que variaban desde el alivio, el agradecimiento y hasta la vergüenza de saberse incumplidores de la normativa de cualquier ascensor de un edificio de viviendas familiares.
Vecinos que prefirieron no dar sus nombres comentaron luego que había sido uno de los rescates más peculiares del edificio. “Nunca había visto a tantas personas en este ascensor tan pequeño. Es un milagro que no haya pasado nada grave”, señalaron.
LA REGLA DE NO RESPETAR LAS REGLAS
Este incidente vuelve sobre un tema recurrente en nuestro país y es el de la importancia de respetar las reglas de seguridad en general, y la de los ascensores en particular.
En Argentina, la regla es “no respetar las reglas“, y parece ser una costumbre bien arraigada. Sin embargo, situaciones como esta demuestran que las normas están para proteger.
Por alguna razón más que lógica, los ascensores están diseñados para soportar un peso máximo, y excederlo puede tener consecuencias graves. Además del riesgo de quedar atrapado, el exceso de peso puede dañar el mecanismo del ascensor, los tensores y otros componentes, poniendo en peligro a todos los que lo utilicen posteriormente.
LA IMPORTANCIA DE LA SEGURIDAD EN EL ASCENSOR
En nuestro país, la seguridad en los ascensores es regulada por normas estrictas que establecen el mantenimiento regular y la inspección técnica. Los edificios deben contar con empresas de mantenimiento autorizadas, y los usuarios tienen la responsabilidad de cumplir con las indicaciones de uso.
Según la Asociación Argentina de Control de Ascensores (AACA), los accidentes en ascensores son poco frecuentes, pero cuando ocurren, suelen estar relacionados con el incumplimiento de las normas.
Los expertos en la materia siempre recuerdan la importancia de la concientización: “Es fundamental que la gente entienda que las normas no son sugerencias, sino requisitos para garantizar su seguridad.”
La (ahora) anécdota de los diez jóvenes en La Plata es un muestra de la imprudencia que podría haber convertido una situación cotidiana en un momento de peligro. Afortunadamente, esta historia tuvo un final feliz, pero debería servir como una advertencia. Respetar las reglas de uso de los ascensores no solo es una cuestión de sentido común, sino una medida vital para prevenir accidentes. En redes sociales sugerían qué los costos de reparación y servicio extra le sean cargados al dueño de la unidad en la que estaban esos jóvenes disfrutando de su “momento de esparcimiento”.
